Los ceramistas son conscientes de las repercusiones que la pandemia dejará en este año que debería haber sido de celebración. El sector artesano ha sufrido especialmente las secuelas de una situación sanitaria que ha cerrado talleres artesanos, ha cancelado ferias y ha hecho caer sus ventas. Sin embargo, saben que la pandemia no durará siempre y que el sector volverá a resurgir, ahora enmarcado en la declaración de sus técnicas de siglos como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Así lo ve el alfarero de Puente Juan Carlos Fernández Carrasco, especialmente optimista a pesar de todo. «La cerámica tiene futuro, yo lo veo. Es un oficio, un trabajo ancestral, en parte industrial pero también es una expresión artística y eso no hay pandemia que  lo apague, ni guerra, ni nada. La gente tiene la necesidad de desarrollar su creatividad y la cerámica es un soporte importante».

La ilusión y la esperanza porque el Covid sea un mal recuerdo y el sector del barro vuelva a levantarse, está en el ánimo de todos. Por ello, Carrasco invita a «mirar con otra perspectiva, no estar siempre con el problema, hay oportunidades también», y más en tiempos de crisis. El artesano de Puente lamenta que en Talavera y su comarca «se identifique a  la cerámica con la palabra crisis, después de tantas décadas hablando de ella». Por ello, reconoce que hay poca gente a la que le pueda «resultar atractivo aprender un oficio que lleva la palabra crisis añadida desde el principio» pero también indica que en tiempos adversos, hay personas dispuestas a reciclarse, a renovarse y por qué no, a embarcarse en una  aventura artística con una marca de calidad sellada por la Unesco.

Fernádez Carrasco asegura conocer gente con la «inquietud y la curiosidad» del barro del que Talavera es paradigma mundial.

El optimismo es común en todo el sector, a pesar de las circunstancias. La ilusión sigue «intacta»  de cara al futuro.

Así piensa también Vicente Timoneda, quien opina que esto aunque fuerte, «no es más que otro bache, y saldremos». Y la esperanza «es lo último que se pierde», destaca Ana Fernández Pecci.  

Y es que la pandemia no podrá con todo, y menos con la cerámica de Talavera y Puente. «Esto viene de muy atrás, no son solo los años de trabajo de Tierras de Cerámica sino que el fundamento es de siglos y esto no se pierde por una pandemia, volveremos con toda la fuerza del mundo».