El general Prim en la Batalla de Castillejos

María López (Museo Ejército)
-

El Museo del Ejército cuenta con un abanico de la condesa de Pardo-Bazán ejemplo de la propaganda bélica del héroe romántico

El general Prim en la Batalla de Castillejos

A lo largo del siglo XIX y principios del XX, especialmente entre la alta burguesía, el abanico se convirtió en complemento indispensable del traje femenino, ejecutándose con materiales de alta calidad y en consonancia con la indumentaria. Su protagonismo fue indiscutible, siendo el más expresivo y revelador de los objetos de arte; el más sensible al ambiente (Emilia Pardo Bazán. ‘El abanico como objeto de arte’, La Nación, Buenos Aires, 5 de febrero de 1914). Los países serán soportes ideales de numerosas escenas, generalmente con litografías coloreadas enmarcadas por orlas florales, muy al gusto de la época. Se convirtieron en objetos decididamente románticos, piezas que poblaron los armarios femeninos y que se asociaban al traje seleccionado para cada acto o reunión social. Muchos de ellos, además de complemento en el vestir, fueron marcos excepcionales para difundir las grandes noticias del momento, los acontecimientos que la prensa repetía en sus columnas y mostraba a través de las imágenes ilustradas. Este abanico es un buen ejemplo de este uso, mostrando como composición principal en el anverso, una escena de la conocida como Batalla de Castillejos, enmarcada en el contexto de la guerra de África, acción encabezada por el general Juan Prim y Prats junto a su ejército el 1 de enero de 1860, un acontecimiento que ocupó todas las portadas de la prensa del momento.

La pieza que hoy mostramos es un ejemplo excepcional de la utilización del abanico como objeto-propaganda, reflejo del uso de un complemento plenamente femenino y asociado a una época, para mostrar un retrato romántico, el del general Prim, prototipo indiscutible de héroe del Romanticismo. Su figura domina el país de nuestro abanico plegable, a caballo, tal y como describían las crónicas, como modelo del militar que supo defender los valores de la patria con aplomo y sin descanso.

El general Prim en la Batalla de Castillejos
El general Prim en la Batalla de Castillejos
A su uso y a su función, debemos sumar un tercer elemento que despierta el interés por esta pieza, su origen o propiedad anterior al ingreso en las colecciones del Museo. Esta pieza, perteneció a la colección de abanicos de la Condesa de Pardo-Bazán, siendo donado al Museo del Ejército en abril de 1947 por su hija Blanca, viuda del teniente general José Cavalcanti. Es por tanto, un ejemplo más del rico coleccionismo de la época, del reflejo de los acontecimientos militares en el arte y en el gusto de la sociedad decimonónica, y de la triple lectura del objeto: como reflejo excepcional de las artes decorativas de una época, como ejemplo del uso de estas artes como vehículos de difusión y propaganda de los acontecimientos político militares del convulso siglo y finalmente, como imagen del gusto ilustrado, del valor del coleccionismo y de su importancia en la creación de las bellas colecciones que conserva el Museo del Ejército.