El miedo de vivir con un robo a la semana

J.M.
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La alcaldesa de Esquivias reconoce el tormento de los vecinos por la delincuencia desde hace más de un año. Intenta, sin éxito, completar las dos plazas de Policía Local

El miedo de vivir con un robo a la semana

La comarca de la Sagra despunta en la provincia en los datos relacionados con la delincuencia. Aun así, los vecinos de determinados municipios de la zona siguen viviendo tranquilos sin estar atormentados por la posibilidad de sufrir delitos. Así sucedía en Esquivias hasta hace poco más de un año. La alcaldesa, Almudena González, reconocía ayer a este diario la preocupación general de los más de 5.000 empadronados por la multiplicación de los casos. Como contrapeso, la serenidad de la Guardia Civil, que ha asegurado a la regidora que el número de denuncias no resulta tan extraordinario.

La publicación en las redes sociales de un acto vandálico en el paseo de la Galatea derivó en los comentarios de los vecinos sobre la delincuencia. La alcaldesa está al tanto de la desazón por unas cifras que calculan en cuatro al mes, tanto en viviendas como en naves industriales. Hace unos tres meses, se reunió con los representantes de la Guardia Civil en el cuartel de Illescas para solicitar un refuerzo del patrullaje en un municipio que cuenta con un puesto del Instituto Armado.

«Esquivias siempre ha sido un pueblo muy tranquilo. No se han dado robos como tal», detalla la alcaldesa sagreña. El viraje llegó hace menos de dos años con intentos de robos en pisos y naves, incluso con los vecinos dentro de las viviendas. «No se dan tantos robos en el centro, más en las urbanizaciones que están dentro del núcleo urbano», precisa la regidora, quien recuerda el pánico de una familia tras un robo frustrado porque estaban dentro de la casa.

«La gente vive con miedo aunque tengamos alarmas y rejas», subraya la alcaldesa, quien reconoce que los robos en viviendas se producen mayoritariamente de día, con la ausencia de los moradores. «Es rarísimo, alguien tiene que estar pendiente. La gente que entra tiene información», expone González.

La alcaldesa sagreña intentó a los 15 días de la llegada al cargo, a mediados de 2019, ocupar las dos plazas de Policía Local atribuidas al municipio. Para ello, se dirigió, sin éxito aún, a la Delegación del Gobierno en la región. Pueblos como Esquivias no resultan especialmente atractivos para los agentes, quienes abandonan enseguida el puesto para ir a poblaciones con más habitantes. Y así permanece el pueblo sin servicio municipal.