El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, espera una evolución del turismo donde seguirá habiendo demanda de playa (desea que mucha) pero el mercado va a crecer en sus vertientes cultural, patrimonial, natural y paisajística. Todo eso lo reúne Toledo y debe aprovecharlo, máxime cuando hay mercado  de sobra para no competir unos contra otros.

Page está convencido de que se va a recuperar con el tiempo la potencia que ha desmostrado España para llegar a los 80 millones de turistas gracias a su «energía democrática» y al impulso europeo que le facilitó construir autovías o alta velocidad.

Explica que aquel gasto no fue derroche sino modernización impulsada por, entre otros, el presidente Felipe González «que dio una vuelta a España como no se había conocido en siglos».

E insiste en que hay capacidad, potencia y una forma de ser puesta a prueba en la peor situación (sin  poder salir de casa) que auguran una salida airosa.

Page alaba las medidas muy meticulosas que ha implementado Paradores a la altura del prestigio de la marca y cree que otros terminarán imitando las medidas.