No hace falta saber que el baño en el Tajo está prohibido para que no den ganas de meter ni la punta del pie en el agua del río, que muchas veces ni siquiera permite ver un fondo cenagoso, a pesar de llevar poco caudal. Pero Carlos y José se tuvieron que meter en ese río y avanzar unos metros hasta llegar a la isla que queda justo a la altura de la Fábrica de Armas. Lo hicieron el pasado 6 de julio para extinguir un incendio y para salvar a un menor que se había quedado atrapado.
«Al final salió todo bien y no pasó nada par lo que podía haber pasado», cuenta a La Tribuna Carlos Hernández, uno de los dos bomberos que tuvo que cruzar a la isla. Recuerda que aquella tarde recibieron un aviso de incendio de pasto en la zona de la Universidad. «Luego ya empezó a llegar información sobre que podía haber un menor en una isleta que había por allí», expuso.
Empezaron a extinguir el incendio desde el camino que da al río, pero cruzaron la franja de agua para atacar las llamas en la propia isla. «Cruzó primero mi compañero con la manguera para llevar el agua hasta allí», relata Carlos refiriéndose a José Navas, que fue el que le dijo que estaba escuchando a un chaval, aunque en principio no se sabía dónde estaba.
José fue el que buscó al chico y lo llevó a hombros hacia el lugar donde estaba Carlos. El menor, de 14 años, estaba nervioso por las llamas que se habían originado. Carlos lo trasladó a una zona segura. Los bomberos atravesaron la franja de agua que queda entre la orilla y la isla, en la que hay poco caudal. El menor había accedido antes por una estructura de vigas de acero antigua. Carlos reconoce que se trata de un acceso «muy precario» y que además se había vuelto muy peligroso por todo el humo que había.
el agradecimiento de un padre. Nada pasó a mayores. El fuego se extinguió y el menor fue rescatado. Pero el peligro estuvo cerca y por eso el padre del menor se preocupó en hacer llegar su agradecimiento a Carlos y José. Primero les llamó por teléfono para darles las gracias y para contarles que el chico se encontraba bien.
También escribió una carta, que remitió a la alcaldesa y que Milagros Tolón les trasladó en una reunión que tuvo con Carlos y José. Y días después el padre y el hijo se presentaron en el parque de bomberos a hacer una visita para que ese agradecimiento llegara de primera mano.