El presidente de la Plataforma en Defensa de los Ríos Tajo y Alberche ha hecho una lectura «bastante decepcionante» del borrador del Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Tajo (2022-2027), que ha hecho público el Ministerio para la Transición Ecológica. Miguel Ángel Sánchez considera el documento «continuista» y negativo para los intereses del tramo medio del Tajo, con Talavera, Toledo y Aranjuez como principales puntos.

En su opinión, siguen sin tener en cuenta la gestión de cabecera y el trasvase es el elemento fundamental que determina la gestión de todo; además, no se cumplen las cinco sentencias del Tribunal Supremo y reduce mucho la dotación de riego en Talavera.

Los caudales ecológicos, los que el Supremo establecía como obligados pero que aún no han sido fijados, vuelven a ser uno de los principales caballos de batalla. Según explica Sánchez a La Tribuna, «lo peor de todo es que el plan de cuenca introduce un apéndice en los caudales ecológicos que dice que se puede reducir en Aranjuez y en Toledo en un 50 por ciento en caso de sequía y todos sabemos que la sequía en cabecera viene propiciada por la sobreexplotación del trasvase».

Así, lamenta que el nuevo plan lejos de avanzar, retrocede. «Jamás pensé que llegaría a ver un documento Plan de Cuenca del Tajo en 2021 donde se dijera que se puede reducir el caudal en Aranjuez hasta 3,96 metros cúbicos por segundo».

En Talavera y Toledo, el caudal ecológico fijado es de 13 metros cúbicos por segundo, lejos de las peticiones de la ciudad donde se pidieron 40 metros cúbicos en invierno y 26 en verano, no solo para que el río lleve más caudal y mejorar su estado, sino también para mantener los ecosistemas de la flora y la fauna. En este sentido, asegura que los 13 metros cúbicos por segundo suponen que en las dos grandes ciudades de la provincia hayan dejado solamente el 5 por ciento del Hábitat Útil Potencial, cuando para zonas de Red Natura tienen que estar entre el 80 y el 100 por cien.

Desde la Plataforma talaverana explican que el plan de cuenca es una especie de «componenda extraña donde el trasvase no se toca, al contrario, se le potencia y donde nos tenemos que seguir apañando con los restos, y con los restos no hay capacidad de gestionar la cuenca».

Sánchez asegura que han vuelto a ganar los intereses de los regantes del Levante español, cuya finalidad será que el Tajo «esté muerto en su tramo medio y la cabecera vacía», mientras que ellos mantienen 200 hectómetros cúbicos de reserva en la cuenca del Segura. La estrategia desde Murcia, añade, «es presionar, sacar informes falsos y decir que se van morir de sed y no van a tener dinero. Es mentira, porque ya tienen 200 hectómetros desde marzo, más el agua de las desaladoras que no se utilizan, agua de los pozos evaporándose… Es el cuento de siempre».

El plan se ha elaborado de nuevo al dictado de los intereses vigentes, en especial los del trasvase Tajo-Segura, una infraestructura creada durante la dictadura, anacrónica e injusta; «en ningún caso se han tenido en cuenta los intereses del propio Tajo ni de los ribereños».

Así, asegura no entender los mensajes lanzados por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que habla de «cambiar el paradigma, cambio climático y nuevas formas de entender las cosas; en la cuenca del Tajo no se han enterado o no lo han querido hacer».

sentencias supremo. Desde la Plataforma del Tajo de Talavera lamentan especialmente que se «incumpla la ley de una forma tan brutal», no solo por la falta de caudales ecológicos exigidos por el Supremo o de que los que se hablan son «muy bajos», sino que deberían estar fijados desde el año 2009. Este retraso de 12 años «ha tenido un impacto muy importante sobre el ecosistema acuático». Sánchez insiste en que la sentencia del Supremo debería aplicarse ya y niega la existencia de un «periodo transitorio» en la legislación española.

Tampoco entiende la reducción en la dotación de agua para los regantes del Canal Bajo del Alberche, que antes estaba en 83 hectómetros cúbicos ahora en 68,19. Se trata de 15 hectómetros menos, una reducción del 18 por ciento porque sí, y con una dotación de 6.000 metros cúbicos hectárea.

Desde este lunes el borrador del Plan de Cuenca se encuentra en periodo de exposición pública durante seis meses, plazo en el que la plataforma espera las alegaciones de los ayuntamientos de Talavera, Toledo y Aranjuez, además del Gobierno de Castilla-La Mancha, que también espera que «presione políticamente para que esto cambie».

En su opinión, el ejecutivo regional «debería aliarse de una vez por todas» al Gobierno autonómico de Madrid para poner en su sitio al Ministerio, buscar la unidad y decir al Gobierno de Sánchez que hasta aquí hemos llegado».