Los vecinos del barrio de Santa Teresa, conocedores de primera mano de lo que sucede en sus calles durante la celebración de las tradicionales migas, vuelven a denunciar la situación sufrida este paso día 31, como ya hicieron el 24 de diciembre. "Las migas de Santa Teresa se pueden reducir a fiesta de la juventud donde se reúnen cientos de jóvenes (son escasas las familias que acuden al evento).

Fiesta donde el jolgorio, y los petardos forma parte de su celebración. Durante este 31 de diciembre y desde primeras horas de la mañana los vecinos hemos estado arropados por la Policía Local. Los conatos de música los cortaron de raíz por lo que estamos agradecidos. La fiesta que tiene una duración de ocho horas, empieza a las once de la mañana debe terminar a las siete de la tarde, tiempo más que suficiente para comer un plato de migas y tomar unas cervezas".

Ante tanto jolgorio y concentración de personas, los propios vecinos piden que "tendría su sentido si se celebrara en la Peraleda, lugar habitual para la celebración de eventos donde se concentra una alta participación de personas y donde los espacios son amplios evitando así aglomeraciones innecesarias. También tendría sentido si en lugar de celebrarlo en la ¿Zona de Protección Acústica?, lo hicieran en el aparcamiento provisional en el lugar donde se instala el mercadillo de los martes".

De cara al futuro, y cansados de ser siempre los mismos en sufrir estas masificaciones, exigen que "estas concentraciones de personas deben de estar planificadas por las autoridades competentes pensando en un posible incidente o necesidad médica para que ambulancias u otros servicios de emergencias puedan atender a las personas. Finalmente, también ha habido actos de vandalismo como el ocurrido en la calle Paraguay junto al parque infantil donde un armario de distribución de agua ha sido arrancado de cuajo sin que las tuberías de plástico y válvulas hayan sufrido rotura. También en mitad de la misma calle en la acera han quitado la tapa de un registro", sentencian.