Aunque Francisco Jurado recogió en su proyecto que la solución consistía «sencillamente» en «coger la misma cota del rellano de acceso a la ermita -del Valle- desde la parte este en la carretera, antes de que la pendiente siga subiendo, y desde ese punto lanzar una pasarela a media ladera que, con un desarrollo horizontal, proporciona un camino totalmente accesible», el gerente del Consorcio calificó la intervención de «compleja».
Un mes después de la visita efectuada por la alcaldesa al lugar, volvió a citar a los medios en el mismo espacio para proceder a inaugurar, tal y como recogen los cánones eclesiásticos, la esperada pasarela instalada para hacer accesible la ermita de la Virgen del Valle para las personas con problemas de movilidad. El nuevo trazado, financiado por el Consorcio en la cantidad de 62.268 euros y ejecutada en tres meses (uno más de lo inicialmente marcado), fue bendecido por el párroco del lugar y muy aplaudido por los miembros de la cofradía que allí tiene su sede. No faltó ni el corte de cinta protocolario ni la distribución de los distintos trozos para el recuerdo.
Ante un aforo en el que también estaba Milagros Tolón, Manuel Santoloya explicó que el retraso, tanto en el inicio de la obra como en la apertura de la misma, se han debido a la «complejidad» de una actuación que ha requerido de análisis técnicos y de reflexión en torno a la búsqueda de soluciones en un tramo «nada fácil». En este punto, y para reafirmar este extremo, el gerente del Consorcio desveló que la labor nació tan complicada que «la empresa a la que se adjudicó el proyecto renunció a él», razón por la que fue la segunda empresa elegida - Trycsa. Técnicas para la Restauración y Construcciones S.A.- la encargada de desarrollar el plan diseñado por el arquitecto Francisco Jurado.
De ahí que apreciara que, pese a las dificultades, «se ha hecho fácil gracias a la realización de una cimentación sobre la que se han ubicado unas vigas en celosía». Según consta en el proyecto, la estructura consiste básicamente en dos vigas trianguladas continuas sobre apoyos aislados que constituyen a su vez los pasamanos de la pasarela. Ambas vigas se van uniendo en su cordón inferior mediante correas metálicas que, junto con las lamas de madera sobre ellas adheridas, acaban constituyendo el forjado o suelo de la pasarela peatonal proyectada.
De ahí que los presentes sobre la pasarela expresaran la gratitud por una actuación que, según la alcaldesa, «ha sido un orgullo satisfacer» por tratarse de «una cuestión pendiente en un sitio tan querido en el corazón de Toledo» en torno a una Cofradía -de Nuestra Señora del Valle-, que «es una de las más queridas y la que cuenta con mayor número de cofrades» con más de 4.000 hermanos. De ahí que justificara un gasto que, en su opinión, «era una necesidad debido a la falta de accesibilidad» en este espacio de la ciudad «tan visitado».
Junto a ella, el presidente honorífico de la Cofradía de Nuestra Señora del Valle calificó la inauguración como «un día grande» porque la actuación es «la guinda» que le quedaba por lograr a Juan Gómez ya que, coincidió con Milagros Tolón, la pasarela «hacía falta como el comer» en un espacio «ante el que ya no hay excusas para no venir».
Además, y junto a la instalación de una estructura pensada para ofrecer «un impacto visual mínimo, la actuación lleva aparejada la mejora del alumbrado con 12 nuevas luminarias, tal y como recordó el presidente de la cofradía.