A la espera del permiso para volar la piedra de la senda

C.M
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La alcaldesa apuntó que se ha solicitado autorización para «proceder a la voladura de la roca, de más de 3.000 kilos» desprendida entre el Puente de Alcántara y Casa del Diamantista

A la espera del permiso para volar la piedra de la senda - Foto: David Pérez

La alcaldesa aprovechó la inauguración de la pasarela peatonal instalada en la ermita del Valle para informar de los trámites iniciados por el Consistorio para poder abrir la senda ecológica en el tramo comprendido entre el Puente de Alcántara y la Casa del Diamantista., punto en el se desprendieron, el pasado 24 de diciembre, rocas de «enormes dimensiones».

Ante ello, y una vez activado la intervención de emergencia para evitar más derrumbes, desde el Consistorio se solicitó al Ministerio de Fomento los permisos pertinentes para realizar una voladura controlada de una roca que, apuntó Milagros Tolón, «pesa más de 3.000 kilos». De hecho, adelantó que en estos momentos «estamos esperando el permiso» del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para proceder a la citada voladura, tras lo cual «podremos abrir el paso una vez hayamos instalado una malla protectora» que evite desprendimientos similares al ocurrido.

En este punto, conviene recordar que unos días después del desprendimiento, se aprobó la realización de unas obras de emergencia para la estabilización de taludes de la senda ecológica de la ciudad dotadas de un presupuesto inicial de 125.000 euros y encargadas a la empresa ‘Paramassi’. Los trabajos consistieron en la limpieza de la zona, la retirada de los bloques de rocas que presentan riesgo de desprendimiento y la colocación de mallas y redes de contención.

Nada nuevo. Esta situación no es la primera a la que se enfrenta el Ayuntamiento en ese tramo de la senda, ya que durante el mes de septiembre de 2018 se realizaron una serie de trabajos destinados a la estabilización de los taludes de la senda ecológica que, en julio del citado año, registraron desprendimientos. Ya entonces se desarrolló una actuación, de dos meses con una inversión de 150.000 euros, llamada a poder reabrir la Senda de Cabestreros.

La intervención se centró en tres puntos de la senda ecológica en el tramo comprendido entre la Casa del Diamantista y la Ronda de Juanelo, con el fin de adoptar medidas de seguridad, similares a las realizadas en diferentes áreas de la carretera del Valle, resolviendo la inestabilidad del terreno y el riesgo de desprendimiento de materiales y caída a la vía pública, en este caso, a la senda peatonal ecológica.

Una situación parecida se produjo en el año 2015 en la carretera del Valle, recordó la alcaldesa para apuntar que ya en aquel momento «se colocó una malla protectora».