Mientras que fuera en la calle era mañana de mercadillo en el Polígono, en el interior del centro social se ha colgado el cartel de ‘game open’. El Festival de las Nuevas Tecnologías vuelve cada año por Navidad y durante cuatro días, empezando el pasado jueves y terminando mañana, permite a los niños que se acerquen jugar a alguno de los tres simuladores que tienen de conducción (con su silla del coche incluida), a los ocho puestos para jugar y bailar de pie y con gafas de realidad virtual o a los 32 de consolas. Hoy a media mañana estaba lleno, así que parece que los Reyes Magos, aparte de oro, incienso y mirra puede que tengan que traer también algún que otro videojuego.
Álvaro es uno de los monitores que trabaja en esta iniciativa, que organiza la empresa Carcama Espectáculos, que es del barrio. Cuenta que en general hay buena convivencia y que es muy habitual que estén todos los puestos ocupados. Si bien señala que en comparación con el año pasado, cuando tuvieron «muchísimo éxito» desde el primer día, esta vez el jueves fue algo más flojo, pero después ha ido cogiendo ritmo y las tardes suelen ser la hora punta de demanda. Eso sí, la presencia de niñas es casi testimonial.
Él se encarga de la sala con 32 puestos para consolas. Ycuenta, que aparte de los 32 juegos que hay en ese momento funcionando, tienen más de 200 disponibles. «Nuestro objetivo es acercar un poquito las nuevas tecnologías», explica, «hay mucha gente que aún en casa no tiene la facilidad de poder jugar con Xbox o PlayStation».
En el vestíbulo del centro social del Polígono están los simuladores de carreras. - Foto: Yolanda RedondoAdmite que todos los días arranca poniendo una variedad de juegos en las consolas, desde los que están relacionados con películas de Disney y Pixar, los de Star Wars, de deportes y también algunos bélicos como el ‘Call of Duty’. Pero advierte que lo que más demandan son estos juegos de guerra y tiros, así como los de fútbol.
«Intentamos poner una variedad muy amplia, a lo mejor ponemos juegos de Harry Potter, Shrek y al final me hacen quitarlo y siempre vamos a lo mismo, a tiros y a fútbol», apunta Álvaro. Y eso que, por la experiencia de otros años, ya tenían dos áreas centrales, con seis puestos cada una, una destinada a fútbol y otra a juegos bélicos. Pero parece que no es suficiente, en función de la demanda de los más pequeños.
También hay juegos para moverse, como este de baile. - Foto: Yolanda Redondo«Si damos una vuelta, nos damos cuenta de que, donde debería haber un juego de deportes, ya no lo hay porque hay uno de tiros, que me han hecho cambiarlo desde primera hora», cuenta. Álvaro señala que a veces llegan padres que ven que sus hijos se sientan en puestos con esos juegos porque están de moda y que le piden al monitor que le ponga algo más adecuado para su edad.