Talavera se paraliza en un 2020 marcado por el Covid

Leticia G. Colao
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La pandemia del coronavirus ha eclipsado un año informativo donde también destaca la sentencia firme de los planes de empleo o el estudio informativo del AVE

Talavera se paralizó en un 2020 marcado por el Covid - Foto: Manu Reino

Se acaba el año y con él, son habituales los balances y resúmenes de un año que, de forma irremediable, quedará marcado históricamente por la pandemia del Covid-19. El coronavirus o SARS-CoV-2 comenzó a hacerse visible en febrero en España aunque no fue hasta el 13 de marzo cuando el Gobierno de la nación decretó el Estado de Alarma y el confinamiento que alertaba de la gravedad de una situación nunca antes vivida.

Y es que aunque no ha sido lo  único que ha pasado en el año que hoy acaba, sí ha conseguido eclipsarlo llegando incluso a paralizar el mundo, a nivel global y durante varios meses, estando aún muy presentes las consecuencias a nivel sanitario, social y económico, con una segunda ola que, lejos de desaparecer, parece querer coger más fuerza.

En 2020, Talavera se recordará, como el resto del país, por la paralización y el confinamiento de la ciudad, pero también por la sentencia ya firme del Supremo de los planes de empleo; por la suspensión de las Mondas y las ferias de mayo y septiembre, por  la solidaridad de una ciudad que se volcó nuevamente con los más necesitados, las mayores dificultades económicas, o el estudio informativo del AVE, que llegó con tres años de retraso y sin soterramiento.

El año acaba con la llegada de la vacuna que comenzó a suministrarse el domingo en la región y ayer mismo en Talavera, pero comenzó con acontecimientos que vistos con perspectiva, parecen quedar muy lejos.  Los primeros días de 2020 se iniciaron con fuerza en Talavera, más aún en el Ayuntamiento, cuyo Gobierno iniciaba su primer año entero desde la Alcaldía, y lo hacía con muchos proyectos sobre la mesa.  

Entre los primeros, los preparativos de una Cabalgata de Reyes que abandonaba años después la Basílica del Prado, y la celebración aún cercana de la declaración de las técnicas artísticas de la cerámica como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. También se conocieron estos días los datos de desempleados de diciembre, que bajaba en 73 personas pero seguía con 10.321 parados, en uno de los 15 municipios con más desempleo de España. Con pequeñas subidas y bajadas, y tras la brutal crisis económica que ha crecido con el Covid, la cifra sube hasta los 10.795 desempleados al acabar el año.

Antes de la llegada omnipresente del Covid a mediados de marzo, Talavera celebró el 40 aniversario de la UNED o el medio siglo de la UCLM, además de inauguraciones como el Centro Regional de la Cerámica y el Vidrio o la simbólica unión de Talavera con Cazalegas y Pepino para reclamar «de la mano» el desdoblamiento de la N-V.

A partir de entonces, la actualidad giró casi de forma exclusiva en torno a la pandemia, y se centró en los hospitales y en los balcones a partir de las 20 horas, en el aplauso generalizado al personal sanitario. El 15 de marzo se inició un Estado de Alarma que dejó Talavera prácticamente en silencio, el cierre de comercios y del resto de servicios no esenciales, especialmente en Semana Santa, dejó imágenes insólitas de una ciudad desierta sin peatones ni vehículos. La lucha contra el Covid trasladó la vida al interior de los hogares pero no apagó la habitual solidaridad de una ciudad que se vuelca siempre que se necesita.

Desde el Ayuntamiento, el equipo de Gobierno echó el resto para destinar las partidas de Mondas y Ferias para exenciones y bonificaciones fiscales a empresas y familias más afectadas por la pandemia, y así se aprobó en Pleno por toda la Corporación. A su lado, asociaciones como Cáritas, Cruz Roja o Aurelio de León y la solidaridad individual ayudaron a paliar una situación sobrevenida, a la que incluso se sumaron Bomberos o Protección Civil. La ciudad además celebró una carrera en casa para conseguir fondos que destinaron a los enfermos de Covid en el Hospital Nuestra Señora delPrado.

Talavera y su Centro Tecnológico de la Confección fueron protagonistas al inicio del confinamiento con la fabricación de la mayor parte de las mascarillas encargadas por el Gobierno de España.

Durante este tiempo, los profesionales del Hospital talaverano, como todos los demás, hacían frente como podían a una presión hospitalaria nunca antes sufrida. Algunas plantas se destinaron a zonas Covid y se dedicó más espacio para UCI ante el incremento de casos, que tuvo su pico mayor a mediados de abril con 179 hospitalizados. El resto de atención no urgente se paralizó para evitar gente y riesgos en las instalaciones hospitalarias y centros de salud.

verano. Con la llegada de las altas temperaturas se fue flexibilizando el confinamiento y la ciudad volvió a tomar vida, poco a poco y con turnos horarios para paseos y actividades deportivas. Desde el equipo de Gobierno, se dio forma al Plan de Reactivación Económica y Recuperación Social con 79 medidas que apoyaron sindicatos, patronal y numerosos colectivos, no así la oposición, que lo consideraba escaso y lamentó la falta de participación en su elaboración.

El resto de la actividad municipal, que nunca paró, se amplió a otros temas y en julio, por ejemplo, se conoció que el Tribunal Supremo condenó en firme al Ayuntamiento a pagar 6,5 millones de euros por los planes de empleo. La losa cayó sobre unas arcas municipales ya maltrechas, con un remanente negativo de 4,4 millones en la liquidación de 2019.

El  verano continuó en la ciudad con algunas restricciones que, a finales de agosto, crecieron por la llegada de la segunda ola, entre ellas la cancelación de los mercadillos. Volvió a crecer de forma gradual el número de personas hospitalizadas, se decretó el nivel 3 y el Ayuntamiento y Sescam se unieron para que las pruebas PCR pudieran realizarse de forma masiva en Talavera Ferial.

A principios de noviembre, fue la Residencia de Mayores El Lucero la que acaparó los titulares con casi un centenar de contagiados y más de 20 fallecidos entre sus residentes.  

A finales de mes se publicó el estudio informativo del AVE, tres años después de su licitación y con novedades. Se confirmaba la unión con Toledo, se establecía estación de AVE en Oropesa y se eliminaba el soterramiento de las vías al paso por Talavera, fundamental para el crecimiento urbanístico al norte de la ciudad. También en noviembre se inauguró la reclamada Unidad de Media Estancia (UME).

Las dificultades económicas son ahora más evidentes, con el cierre de muchos negocios, entre ellos ZARA, que abandonó la ciudad tras más de 2 décadas; las penurias de comerciantes, hosteleros y sector turístico y muchos trabajadores aún en ERE.

Ya en diciembre, con una ligera estabilización de los datos Covid, que siguen muy presentes, Talavera ha celebrado con limitaciones el primer aniversario de la cerámica como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y vive unas extrañas navidades sin apenas encuentros, ni besos ni abrazos. Es 2020, el año Covid.