Cae hasta 6.255 la cifra anual de muertes en Toledo

Álvaro de la Paz
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Los tumores y las afecciones circulatorias se igualan, con 1.660 fallecimientos respectivamente, como las causas principales de las defunciones en la provincia. La suma de ambas supone más de la mitad de los óbitos registrados

Cae hasta 6.255 la cifra anual de muertes en Toledo - Foto: Yolanda Lancha

El año 2018 cerró con 6.255 muertos en la provincia de Toledo. La cifra es la segunda más alta de la serie histórica que recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE) desde 1980 en adelante, aunque rebaja el récord de mortalidad marcado en 2017. Entonces fueron 6.470 los toledanos que perecieron a lo largo de aquellos doce meses. Pese a la reducción en la cifra total de fallecidos en 2018, los dos últimos recuentos han elevado los óbitos en la provincia por encima de los 6.000 decesos anuales. El incremento sostenido de la población en la provincia, la prolongación de la esperanza vida y el consiguiente envejecimiento de la sociedad son tres de las razones que se intuyen tras este repunte. Las muertes son más numerosas por el mayor tamaño de los censos en Toledo.

De entre las causas que están detrás de los óbitos sobresalen dos grandes grupos que acumulan más de la mitad de vidas perdidas cada año en la provincia. Tanto los tumores como las enfermedades de la circulación sanguínea causaron 1.660 muertos en Toledo durante 2018. La suma de estos dos grupos de dolencias originó el 53,1% de todos los decesos contabilizados. La incidencia mortal de ambas enfermedades cae respecto a 2017, aunque su reducción es más baja en el caso de los tumores. La fuerte prevalencia del cáncer se acerca a su máximo histórico, quedándose a apenas diez casos de su cota contabilizada más elevada.

Las enfermedades del sistema circulatorio han venido suponiendo la primera causa de fallecimiento en la provincia. En este conjunto de lesiones, relacionadas en su mayor parte con el funcionamiento del corazón, destacan negativamente los infartos de miocardio, los ictus o los aneurismas. Así, en 2018, un total de 1.660 toledanos perecieron por una afección relacionada con el torrente sanguíneo y el órgano que lo impulsa. Los tumores, por su parte, empataron con las circulatorias como primer desencadenante de mortalidad entre los toledanos el pasado año. Como consecuencia del proceso cancerígeno murieron otras 1.660 personas en la provincia. Los fallecidos por este motivo representan un colectivo más numeroso conforme transcurre el tiempo.

El tercer grupo de enfermedades que más muertes originó en Toledo fue el de las dolencias del sistema respiratorio. Estos problemas están detrás de 911 vidas segadas en la provincia. Algunas de sus manifestaciones más comunes son la bronquitis, la neumonía o la obstrucción pulmonar. El tabaquismo es un hábito nocivo que explica el desarrollo de estas afecciones y su mayor incidencia entre quienes consumen esta droga. La cifra de muertos por causas relacionadas con el aparato respiratorio ha crecido respecto a las décadas anteriores.

Las enfermedades del sistema nervioso y aquellas relacionadas con el sistema digestivo agregaron más de tres centenares de fallecidos en 2018; 351 las primeras y 315 las segundas. Asimismo, las causas externas de mortalidad, aquellas que incluyen los muertos por accidentes de tráfico o los suicidios (aún no se provén datos desagregados sobre la culminación autolítica) sumaron otros 242 fallecidos toledanos.

afecciones por sexos. Los datos recogidos por el INE permiten clasificar los óbitos según el sexo del finado, estableciendo enfermedades con un claro patrón masculino o femenino. Así, entre las que causan más decesos entre los hombres destacan los tumores, las de origen respiratorio y aquellas que tienen un origen no clínico, mientras que entre las que atacan mortalmente con mayor fuerza a las mujeres sobresalen las enfermedades relacionadas con el tránsito sanguíneo y las del sistema nervioso. Las enfermedades vinculadas a los trastornos mentales y del comportamiento también tuvieron una mayor repercusión entre las toledanas. Dolencias relacionadas con el sistema digestivo o con la aparición de parásitos muestran un notable equilibrio entre sexos, sin que ninguno de los dos sobresalga negativamente respecto al otro.