El rey emérito pone en pie a Aranjuez

La Tribuna
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Don Juan Carlos I asistía ayer a la corrida de toros en la plaza de Aranjuez que se realizó en homenaje a su madre en una jornada que supuso su retirada de la vida institucional

El rey emérito pone en pie Aranjuez

Carlor ambiental y calor humano. Así se presentó ayer la plaza de toros de Aranjuez para recibir al rey emérito Juan Carlos I que asistía a la corrida que coincidía con la fecha elegida por su majestad para su retirada de la vida institucional en una jornada taurina que se celebraba además en homenaje a su madre, María de las Mercedes, condesa de Barcelona.

 Con un cartel de gran altura en el que figuraban El Juli, Morante de la Puebla   y José María Manzanares, quien realmente centró el interés del graderío fue el rey emérito Juan Carlos I que compartió palco real con su hermana, la infanta Pilar, su hija la infanta Elena y su nieto Froilán.

El rey emérito pone en pie AranjuezEl rey emérito pone en pie AranjuezMedia hora antes de que se iniciara la cita taurina llegaba el rey emérito en un monovolumen sentado en el asiento del copiloto. Más de medio millar de personas esperaban bajo el abrasador sol la llegada de su majestad para a su salida del vehículo agradecer su presencia con fuertes vítores y aplausos.

Le recibían la alcaldesa de Aranjuez y el empresario de la plaza así como autoridades de Patrimonio Nacional.  

Los gestos de cariño se intensificaron a su llega al palco real donde constantemente recibió las muestras de gratitud del público congregado en una plaza llena hasta la bandera y en la que no faltaron numerosos personajes de la sociedad madrileña, empresarios, deportistas y hasta el incondicional de Morante de la Puebla, Santiago Abascal.

 Un respetuoso silencio a la interpretación del himno nacional daba pie al comienzo de la cita taurina en la que cada uno de los toreros brindó sus toros al rey de forma cariñosa, un gesto que su majestad replicó con un regalo para cada uno de ellos al término de la corrida cuando subieron al palco real para saludar al que se convirtió en el verdadero protagonista de la jornada.

 Su majestad participó de cada uno de los momentos de la lidia pidiendo oreja y correspondiendo con gestos afectuosos a todo aquel que le quiso saludar en una fecha tan señalada como la de ayer en la que se produjo su retirada oficial de la vida institucional.

Esta era la segunda ocasión en la que Juan Carlos I pisaba la plaza de Aranjuez, la primera fue en 1997 con motivo del 200 aniversario de la inauguración del coso, entonces acompañado por su madre, que es a quien se dedicaba la corrida de ayer. Una placa que se descubrió al final del festejo recordará a la condesa de Barcelona y será el símbolo de la última aparición oficial de Juan Carlos I como rey emérito en un evento de carácter institucional.