Con la llegada del 16 de julio, la devoción liturgica mariana mira al calendario con cariño para celebrar la fiesta de la Virgen del Carmen.

Virgen del Carmen o Nuestra Señora del Carmen es la denominación común que suele recibir Santa María del Monte Carmelo, una de las diversas advocaciones de la Virgen María. 

Esta denominación procede de su veneración en el Monte Carmelo, en Tierra Santa.

 La veneración de esta advocación mariana ha sido difundida en el mundo por la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, llamados carmelitas.

En España, es patrona del mar, además de patrona de la Armada Española y se celebra en muchas ciudades y barrios de toda la geografía nacional.

En la ciudad talaverana, no quisieron ser menos, y programaron un nutrido programa de actos, conjugando lo popular y lo religioso para culminar con la misa y la procesión que tuvo lugar en la fecha de la fiesta mayor.

Tras las celebraciones populares de los días 12, 13 y 14 de julio, donde tuvieron cabida tributos, ágapes, y actividades infantiles, las celebraciones religiosas se extendieron desde el pasado día 7con el comienzo de la novena hasta el pasado martes cuando con la celebración de la Eucaristía por parte de los Padres Carmelitas en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen (Carmelitas Descalzos), y la posterior procesión se dio por concluida la fiesta.

Procesión que comenzaba pasadas las 21:00 horas, que a pesar de que estaba la noche entrante, el sofocante calor a penas dio respiro e hizo que los abanicos se convirtiesen en el mejor aliado de cuantos allí estaban.

En ese momento se abrieron las puertas del templo para, que sobre los hombros de casi una treintena de jóvenes,  saliera en procesión una imágen que recorrió las calles aledañas arropada por multitud de vecinos.

Desde la salida de la imagen en del templo, fueron los acordes de la Banda Municipal de Música los que acompañaron el cortejo procesional.

A la llegada al templo, el grupo folclórico “Aires de Calera”, rindió culto a la Virgen del Carmen cantando primeramente y luego realizando un baile a los pies de la imagen.

Los acordes del himno nacional sonaron a modo de despedida cuando la Virgen del Carmen volvía a su iglesia, donde aguardará hasta la festividad del año próximo.