Cada vez que llueve copiosamente se produce la misma historia. Los imbornales no dan abasto para tragar tanta cantidad de agua y rebosan en la calle Coronel Baeza. La situación lleva produciéndose desde hace unos treinta años, según comentan los vecinos de la zona, aunque bien es cierto que los últimos años se nota más debido al aumento de fuertes y puntuales trombas de agua.

El pasado martes, tras una copiosa tromba de agua, la calle volvió a convertirse en una piscina, afectando a los propietarios de garajes, trasteros y sótanos.

Según cuenta los propios afectados, la culpa de que se acumule tanto agua en esa calle no procede directamente de allí, sino de más arriba. Concretamente, procede de entorno del hospital Virgen de la Salud, de la zona de acceso a Urgencias.

«Los bomberos cada vez que vienen a sacar agua de algún sótano nos dicen que el problema es que se necesitan unos colectores más grandes, que los que hay son muy estrechos», explica Maricruz, una de las vecinas afectadas desde hace años por este tipo de inundaciones de las que, denuncia, no se hacen cargo los seguros.

«En el hospital llevan años sufriéndolas y no las han arreglado», se lamenta esta vecina por su caso particular, aunque no ha parado de llamar al Ayuntamiento desde hace años para contarle la situación. «Hablé con la concejal de obras, Noelia de la Cruz, y ella lo sabe, pero cada vez que llamo me dan largas», lamenta contrariada esta vecina de Santa Teresa.