Pide acabar con la infértil polémica sobre la igualdad

Redacción
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Condenan el nuevo asesinato machista en La Puebla de Almoradiel, un «caso especialmente terrible» por la presencia de menores a los que, «desde luego, no vamos a dejar desampardos»

Pide acabar con la infértil polémica sobre la igualdad - Foto: A.Perez Herrera

redacción / toledo

Visiblemente emocionada sin poder reprimir las lágrimas frente a «un caso especialmente terrible» porque los hijos de la víctima y del agresor fueron testigos de los crueles hechos, la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, manifestaba la «profunda repulsa y condena del Gobierno de Castilla-La Mancha» por el «nuevo crimen machista» ocurrido esta madrugada en La Puebla de Almoradiel.

Fernández, que se lamentaba por el sufrimiento que han de padecer los menores que fueron testigos del asesinato de su madre, «unas criaturas que no tienen culpa de nada, unas criaturas que en su infancia tengan que ver cómo un asesino machista, en este caso su padre, asesina a su madre delante de ellos», subrayaba el compromiso del Gobierno regional con los menores huérfanos por violencia machista aseverando que «desde luego no les vamos a dejar desamparados ni económica ni psicológicamente».

Al respecto recordaba que en 2018 se aprobó una ley en Castilla-La Mancha que reconoce ayudas especiales  para huérfanos/as de la violencia machista además de  contar con recursos como la asistencia psicológica para menores que son víctimas de este tipo de situaciones. «En este caso es una situación tan dramática que la ayuda psicológica tiene que ser inmediata e inminente y además prestarse durante mucho tiempo porque es un hecho especialmente grave y traumático».

Porque, apuntó Fernández, «en Castilla-La Mancha nos duelen todos los asesinatos machistas pero nos duelen más, como a toda la sociedad, cuando hay criaturas de por medio que habrán tenido que sufrir lo indecible seguramente hasta llegar al peor de los desenlaces posibles como es el asesinato de su madre».

En este punto, la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, imploró por hacer desaparecer del debate político la educación en igualdad. «No polemicemos más con el concepto de violencia de género, por favor, porque existe y provoca tanto dolor y sufrimiento, también en las criaturas, que ya está bien de polémicas absurdas que no nos llevan a ningún sitio», clamó Fernández.

La consejera apeló al trabajo en las aulas por una «educación en igualdad, y en el respeto a los seres humanos, porque los hombres y mujeres tenemos derecho a las mismas oportunidades y a ser considerados iguales. La desigualdad es la base de la violencia de género», sentenció, para añadir que «solo mediante un cambio de mentalidad, aunque necesitemos un par de generaciones posiblemente»,  se puede acabar con la violencia de género «si hacemos las cosas bien». Pero para ello, insistió, hay que  pasar por las aulas, «hay que educar a los niños en igualdad, hay que contarles que la violencia de género es un problema estructural que provoca tanto sufrimiento que no se puede frivolizar ni meterlo en el debate político constantemente».

 

diputación. Por su parte, el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, que acudía ayer al minuto de silencio que se llevó a cabo en el Palacio de Fuensalida, acompañado por la vicepresidenta de Educación, Cultura, Igualdad y Bienestar Social, Ana Gómez, y el diputado de Conservación Vial y Parque Móvil, Ángel de Vega, mostraba  su condena ante el asesinato machista y sumaba con su presencia a la Corporación provincial a la repulsa general por este nuevo acto de violencia de género en la provincia.

 Junto al resto de miembros de la sociedad civil toledana y castellano-manchega, el presidente de la Diputación condenaba este trágico caso de violencia machista, «más cruel si cabe por haberse producido el asesinato delante de los dos hijos menores de la pareja, de 11 y 14 años», sumando la víctima el quinto caso de mujer asesinada en lo que va de año y la 1.037 desde que existen cifras oficiales.

 Gutiérrez lamentó profundamente este crimen que «hace más evidente la necesidad de aunar esfuerzos para acabar con esta lacra y apostar por la igualdad, la educación y la concienciación social para terminar, de una vez por todas, con esta escalada de violencia contra las mujeres», señalaban en un comunicado.

 

CCOO: «Tenemos que alzar la voz de forma unánime»

 

Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha manifestaba también su más absoluta repulsa ante el asesinato machista de La Puebla de Almoradiel. Un comienzo de año negro en Castilla-La Mancha con tres brutales asesinatos machistas, después de que la semana pasada fueran asesinadas una mujer en Puertollano y otra en Toledo, afirma la secretaria regional de Mujeres e Igualdad de CCOO CLM, Rosario Martínez.

Asesinatos machistas que, subrayan, «son solo la punta del iceberg de la violencia de género, una realidad dramática e intolerable con la que conviven día a día muchas mujeres, un problema social que es responsabilidad de todas y todos atajar». «Tenemos que alzar la voz de forma unánime para visibilizar y denunciar la violencia contra las mujeres, que tiene sus raíces en la desigualdad, en el machismo y en la cultura del patriarcado», denuncia Martínez.

Las estadísticas dejan cifras «escalofriantes», señala CCOO, cifras para la preocupación y para la acción.  «Nuestro objetivo es que tengamos centros de trabajo y una sociedad libres de violencia machista, de desigualdades y de discriminaciones».

 

 

El Consejo de la Mujer exige que «no queden impunes» 

 

El Consejo de la Mujer de Toledo condenaba los asesinatos machistas de las provincias Barcelona y Toledo y reclamaba a políticos y sociedad que «de ninguna manera queden impunes». «No llevamos un mes de 2020 y ya han sido asesinadas cinco mujeres, seis si contamos a la hija de una de ellas, a manos de sus parejas o ex parejas; hombres que dijeron amarlas y tratarlas con el respeto debido a toda persona y con quien deberían sentirse seguras», matizan. Al respecto, inciden en que por mucho que se quiera insistir en llamarlo violencia intrafamiliar o doméstica, «está claro que este tipo de violencia se dirige expresamente a las mujeres por serlo y, por tanto, tiene un componente de género claro». Por ello, vuelven a hacer de nuevo un llamamiento a los políticos y a la sociedad, «para que la violencia hacia la mujer no quedé impune, mediante la legislación, la condena y el ostracismo de los asesinos y maltratadores».