La Delegación provincial de Sanidad ordenó ayer el confinamiento perimetral de todos y cada uno de los municipios de la provincia, del mismo modo que se ha adelantado el toque de queda a las 22.00 horas y ha decretado en las localidades medidas de nivel 3 reforzadas, lo que implicará el cierre de bares, restaurantes, cafeterías o pub. Además, se cierra gimnasios y locales de juego y se suspende todo tipo de actividades culturales o de ocio como cines, teatros o conferencias que supongan la participación de más de 6 personas, entre otras medidas.
Así lo dio a conocer ayer el delegado provincial de Sanidad, Francisco José García, en virtud de una resolución aprobada que entraba en vigor a las 00.00 horas y que tendrá una validez de 10 días, revisable según la evolución de los contagios de coronavirus. De este modo, los ciudadanos necesitarán de un justificante para salir de sus poblaciones, como es el caso de la documentación de una empresa que acredita que un empleado trabaja en un municipio distinto en el que reside o la citación médica en el caso de que el desplazamiento se haga por este motivo. El control de este cierre perimetral, que afecta a los casi 500.000 habitantes de la provincia, corresponde a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
La adopción de estas medidas se debe al empeoramiento de la situación en cuanto al COVID, ya que detalló que en la última semana de diciembre y en la primera de enero la tasa de incidencia era de 848 casos por cada 100.000 habitantes, una tasa «altísima» que además se suma a la elevada afectación que está teniendo en los mayores de 65 años, casi el 20% de los positivos, así como al empeoramiento de la situación de las Unidades de Cuidados Intensivos, con más de un 50% de las camas UCI ocupadas con pacientes con coronavirus.
«Las medidas que se toman son medidas duras, drásticas, dolorosas de tomar y dolorosas de firmar, pero es el camino que tenemos para luchar contra el coronavirus, entre todos podemos conseguirlo», aseveró el delegado provincial de Sanidad quien hizo un llamamiento a la responsabilidad y reclamó una implicación de toda la ciudadanía para poner freno a los contagios al mismo tiempo que indicó que es un problema de salud pública, «no político», a aplicar en todas las localidades.
los hospitales. El delegado provincial de Sanidad aseguró que los hospitales de la provincia están «totalmente preparados», ya que cuentan con planes de contingencia que establecen la respuesta a adoptar ante los distintos escenarios que se presenten de la pandemia. En este sentido, indicó que si bien la situación es «complicada», con 251 pacientes hospitalizados en cama convencional y 50 en la UCI, «estamos lejos del pico de la pandemia», que se alcanzó a primeros de abril, con casi 1.200 pacientes hospitalizados por COVID. Además, destacó el trabajo de los centros de salud, «con las plantillas que están cubiertas y que están trabajando perfectamente».
De este modo, afirmó que «ninguno de los hospitales está saturado ni están en riesgo de saturación en estos momentos» y que la situación está lejos, y espera que así siga siendo, de la primera ola. García indicó que hay municipios que están «muy tocados» en cuanto a la incidencia de los contagios y recordó que la Gerencia de Manzanares ya cuenta con el confinamiento perimetral que ahora se extiende al resto de la provincia. En cuanto a la vacunación, indicó que a fecha del miércoles se habían administrado 7.714 vacunas en residencias y trabajadores sociosanitarios, el 71,08% de las previstas, lo que sitúa a la provincia por encima de la media del Sescam, que es del 63,16%. En el caso de la Gerencia de Manzanares se han administrado el 100% de las previstas en esta primera fase.