La Junta de Gobierno del Ayuntamiento Toledo acaba de conceder la licencia de apertura para actividad de restaurante en el número 1 de la Carretera del Valle que le habían solicitado en febrero de 2012, hace nueve años ni más ni menos. 

Según figura en el expediente, allí existía licencia desde 1974 (el antiguo  Restaurante el Emperador) pero se produjeron transmisiones del edificio, obras de ampliación (construcción de porche cerrado, terraza exterior privada, etc.) y una incorporación de terreno de titularidad municipal (por la que les abrieron procedimientos de infracción urbanística y legalización «que no llegaron a concluir»). Con el fin de ponerse al día, el actual propietario (Restaurante Hierbabuena Toledo SL) inició el papeleo para regularizar la situación del inmueble y sus instalaciones auxiliares solicitando licencia de apertura en febrero de 2012. 

Desde entonces el recorrido por los despachos del Ayuntamiento es abundante. En mayo de 2014 la Comisión Municipal de Actividades, con informes favorables de los técnicos, aprobó las instalaciones y las medidas correctoras para garantizar el correcto funcionamiento de la actividad.

En marzo de 2017, tras realizar sendas vistas de inspección, emiten informes favorables el jefe de la sección de Instalaciones Urbanas y la técnico de Sanidad Ambiental.

Pero, llegados a ese punto, el procedimiento se suspende porque se «detecta un error en la calificación urbanística del inmueble que figuraba en el Plan de Ordenación Municipal» (documento que además estaba apunto de ser anulado por los tribunales).

En diciembre de 2018 se retoma el asunto ya con el Plan General de Ordenación Urbana de 1986 redivivo y donde el inmueble figura sobre suelo urbano con clasificación de terciario dentro del Plan Especial de Reforma Interior de Mejora de las Unidades Discontinuas de Cigarrales. 

Advertencia. Por fin, en abril de este año (2021), la Comisión Municipal de Actividades dice que no existe inconveniente  urbanístico y emite dictamen favorable al funcionamiento de la actividad.  

Al propietario le recuerdan desde Urbanismo que existe una  situación patrimonial que afectaba a unos terrenos municipales «incorporados al inmueble sin autorización de este Ayuntamiento» pero que ya fue solucionado en 2015 por Resolución de la Junta de Gobierno que regularizó la ocupación estableciendo un canon concesional. El dinero lo arregla todo.  

Ahora bien, por si acaso tuviera tentaciones de repetir, se advierte de que cualquier ampliación de las instalaciones «ó incorporación de nuevos terrenos de titularidad municipal precisará de la necesaria licencia de obras, previa autorización del Servicio de Patrimonio y Contratación». En este sentido, caso de no autorizarse su ocupación deberán retirarse el resto de plataformas «ejecutadas sin licencia municipal» para soporte de nuevas terrazas.