El CD Villacañas, que malogró un penalti, encadenó en su visita a Tarancón su tercera derrota seguida. El equipo local encarriló la victoria en el primer acto, pero en la segunda parte el conjunto de Fernando Lominchar asedió la portería de Castellanos y consiguió reducir la diferencia. No fue suficiente.
El partido se presumía a vida o muerte y más sintiendo tan cerca las posiciones de descenso, más los posibles arrastres, que esta temporada están viviendo tanto Tarancón como Villacañas. En los primeros minutos ninguno de los dos equipos logró llegar con claridad a las áreas contrarias. Todo se reducía a una lucha en el centro de campo en la que nadie conseguía hacerse con el control del partido. Pero el encuentro se desequilibró con un balón en profundidad buscando la velocidad de Antonio Fernández, que cogió la espalda a la defensa, y que Vavá terminó empujando al fondo de la red. No tardó en llegar el 2-0. Otra vez Antonio Fernández, que constantemente buscó los huecos en la zaga del Villacañas, superó a Javi López desde la frontal.
Tras el descanso, el Villacañas cambió el guion. Entraron Fran Simón y Joya, este último encargado de colgar todos los balones parados al área del conjunto blanquiazul con una precisión exquisita, y el partido cambió por completo. Un córner botado por Joya lo remató Mazzocchi al palo y David Pérez aprovechó el rebote para establecer el 2-1. Empezaba otro partido.
El equipo de Lominchar amenazó con el empate y a punto estuvo de llegar con Mazzocchi como protagonista. Primero con una chilena que se marchó por encima de la portería de Castellanos y después, con un remate de cabeza que se estrelló en el palo. La polémica llegó tras un gol de Fran Simón que Tercero Campos anuló por falta previa. Con el Villacañas lanzado, llegó un contraataque del Tarancón en el minuto 95 que acabó con un penalti cometido por Javi López sobre Madalin y que él mismo transformó desde los once metros. Distinta suerte corrió un minuto después Mazzocchi, que no tuvo su día y que vio como Castellanos le detenía una pena máxima de Mario Álvarez sobre Mamadou.