«Las Humanidades deberían ser obligatorias»

I.G.Villota
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El toledano José Manuel López Torán reivindica la «amplitud de miras» que aportan estas disciplinas tras recibir el Premio Nacional de Humanidades por su brillante expediente académico. Dibuja a Toledo como «aula abierta» en materia de patrimonio

«Las Humanidades deberían ser obligatorias» - Foto: David Pérez

José Manuel tenía claro que iba a estudiar algo relacionado con la historia. Alguna disciplina vinculada a la literatura, el arte o las ciencias humanas. Desde pequeño lo sabía. Pero fue en segundo curso de Bachillerato, cuando tocaba tomar una decisión de verdad y él estudiaba en Carmelitas,  cuando José Manuel López Torán  conoció la Facultad de Humanidades de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Buceó en su web y después pasó por el campus de Padilla, en el Casco histórico. Le encantó las posibilidades que ofrecía y además lo tenía a un paso de casa.

Se matriculó y empezó a estudiar allí el grado de Humanidades y Patrimonio. Arrancaron en ese momento años de esfuerzo. Una dedicación que tuvo recompensa el pasado diciembre cuando recibió el Premio Nacional de Fin de Carrera de Humanidades, una convocatoria del Ministerio de Educación dotada con 3.300 euros, pero, por encima de todo, un prestigioso título a añadir al expediente académico. Lo recibió hace unos días de manos del ministro de Ciencia y Universidades Pedro Duque.

Emocionado y feliz, explica a La Tribuna que este premio es el reconocimiento al «esfuerzo». Significa que cuenta con el mejor expediente académico del país en esta materia. Un esfuerzo que le llevó a terminar la carrera con una nota media de 9,55. «Cuando me dicen que tengo mucha facilidad, pienso en las horas de trabajo que he dedicado a esto», subraya. «No es facilidad, es trabajo», insiste.

Un expediente brillante que se complementa con el dominio de cuatro idiomas, inglés, francés, italiano y alemán, además del castellano, con la participación en proyectos europeos en los Países Bajos e Irlanda, con estancias en el extranjero, becas de excelencia, y con becas de colaboración con la Universidad, entre otros méritos.

José Manuel cuenta que es «un privilegio» estudiar Humanidades en una ciudad como la nuestra, «un aula abierta» para la historia, el patrimonio y las artes. «En distintas asignaturas teníamos salida y las clases eran en exteriores. Salíamos a la Escuela de Traductores, el Circo Romano, la Catedral, los archivos... para qué verlo en el aula si lo teníamos al lado», comenta.

Después de la carrera, José Manuel cursó el máster de Patrimonio Histórico de la UCLM y optó por la rama de investigación. Actualmente tiene la tesis doctoral muy  avanzada, un estudio que le apasiona sobre las tarjetas postales y las guerras mundiales, que espera defender «pronto».

Es un «defensor» de las humanidades, al considerar que son «fundamentales» para el desarrollo de cualquier persona. «Deberían ser obligatorias para todos, estudies lo que estudies, por la amplitud de miras que te aportan, porque te ofrecen una visión amplia de la sociedad y te ayudan a dar respuesta a los problemas que se plantean».

Ha defendido también una carrera que en algunos momentos ha estado amenazada, y que siempre suena entre las posibles supresiones cuando toca reducir títulos. «En Toledo siempre ha tenido un número elevado de alumnos y creo que seguirá siendo así» por la calidad de la oferta académica, por el profesorado y por las características de la propia facultad, pequeña, que hacen que «no seas un número, sino un alumno con nombre y apellidos», explica.

José Manuel defiende la proyección a nivel mundial de Toledo en materia turística, sostiene que se están haciendo las cosas bien en gestión cultural, especialmente desde el «antes y después» que supuso el 2014 con la conmemoración del Año Greco, y considera que la ciudad todavía puede absorber más visitantes, que no está en línea roja como Venecia. Pero, sobre todo, defiende la protección del Casco histórico y aboga por evitar su despoblación. «Hay que revitalizarlo y evitar que los residentes se marchen a otras zonas de la ciudad», sentencia. Para ello hay que adoptar decisiones valientes, como lo fue, recuerda, habilitar dos facultades de la UCLM en el Casco.