La retirada de banderitas se ciñó a la ley

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Los informes indican que no hubo intervención política en la disolución del homenaje a las víctimas de la pandemia que se estaba realizando la madrugada del pasado 25 de octubre en el Paseo de Recaredo

La retirada de banderitas se ciñó a la ley

Juan José Pérez del Pino, concejal de Seguridad, ha informado en comisión extraordinaria a los partidos municipales sobre las razones por las que la Policía Local ordenó el pasado 25 de octubre la retirada de miles de banderitas de España que se estaban colocando de madrugada en el Paseo de Recaredo como homenaje a las víctimas de la pandemia. En esencia, explica que incumplían la ordenanza de limpieza y publicidad y que la concentración (eran ochenta personas) no estaba autorizada. «Las normas hay que cumplirlas», concluye.

En la reunión, convocada a instancias del PP y Vox, intervino el intendente de la Policía Local para informar a los concejales de que el operativo se puso en marcha a las seis menos cinco de la madrugada dando la casualidad de que al ocurrir enfrente del Cuartel (situado en la Avenida de la Reconquista) se juntaron los agentes de dos turnos (de hecho el relevo lo realizaron allí) y por eso llegaron al lugar 7 vehículos que a la oposición le resultaban demasiados y les hacía sospechar que había órdenes políticas.

Sin embargo el intendente afirma que la decisión correspondió únicamente al oficial de turno, no se llamó a ningún superior, ni al intendente ni menos al concejal o la alcaldesa. Simplemente los agentes pidieron los papeles y al no tener permiso les obligaron a quitar lo que ya habían colocado, según corroboran desde el PP que se dan por satisfechos aunque creen que en este caso se podía haber sido un poco flexibles para permitir el homenaje a los muertos por la pandemia.

La versión de Pérez del Pino coincide y narra que a las 5.55 de la madrugada aparecen unos señores poniendo banderas en un acto para el que no habían solicitado permiso ni estaba autorizado. Por lo tanto no se puede dejar llevar a cabo algo que «infringe las leyes». Detalla que eran 80 personas (lo que les da categoría de «manifestación») y que no les pueden dejar porque la ley prevé que se pueden reunir un máximo de 20 sin permiso y en pandemia la norma sanitaria lo reduce a 10 máximo

Respetar las normas. En cuanto al hecho de que sea un «homenaje noble» o que haya que tener «sensibilidad» no lo discute pero como responsable de la seguridad se atiene a la legalidad y al deber de todo el mundo de respetar y (en el caso de la Policía) hacer respetar las normas. Más aún cuando los hechos se producen  «a las cinco de la mañana a la puerta del cuartel de la Policía Local».

«Podían haberlo solicitado», señala. «No se pueden consentir actos ilegales, por mucho que nos parezcan bondadosos o nobles. En caso contrario el limite quedaría a la subjetividad de la autoridad de turno».

En resumen, Del Pino sale contento porque tanto Vox como el PP acabaron reconociendo «que hemos hecho lo que teníamos el deber de hacer, en este caso la Policías Local».