Un Thyssen de lo más explorador

Agencias-SPC
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La pinacoteca acoge tras casi dos décadas de trabajo la retrospectiva de Georgia O'Keeffe, considerada la 'Madre del modernismo'

La colorida obra ‘Amapolas orientales’ (1927) - Foto: Foto

Justo el año que el Museo Thyssen-Bornemisza celebra el centenario del nacimiento del barón, tiene lugar una de las exposiciones más singulares y únicas de la pinacoteca madrileña: una retrospectiva de Georgia O’Keeffe, una de las máximas representantes del modernismo norteamericano del siglo XX.

Además, su llegada a las salas del paseo del Prado culmina «un deseo» de hace más de 20 años que se ha puesto en riesgo por la pandemia de coronavirus.

«Llevábamos muchos años queriendo hacer esta retrospectiva y desde el 2000 estaba en nuestra lista de deseos. La crisis sanitaria hizo que hubiera mucha incertidumbre para sacarla adelante y es casi un milagro haberla hecho», reconoce el director del museo, Evelio Acevedo.

Una de sus obras más reconocidas, ‘Calle de Nueva York con Luna’ (1925)Una de sus obras más reconocidas, ‘Calle de Nueva York con Luna’ (1925)La exposición es un recorrido completo por la trayectoria artística de O’Keeffe, desde las obras de la década de 1910 con las que se convirtió en una pionera de la abstracción, pasando por sus famosas flores o sus vistas de Nueva York -gracias a las que fue encumbrada como la Madre del modernismo americano-, hasta las pinturas de Nuevo México, fruto de su fascinación con el paisaje y la mezcla de culturas de este remoto territorio.

En total son 90 obras de esta artista que podrán visitarse hasta el próximo 8 de agosto, cinco de las cuales ya estaban en el Thyssen -el museo con más óleos de la artista fuera de EEUU-.

La comisaria de la muestra, Marta Ruiz del Árbol, reivindica la importancia de O’Keeffe. «Además de estar al frente de la conceptualización, tuvo una importancia notable en el desarrollo del arte de vanguardia en EEUU. Pero también como referente para la primera generación de feministas de los años 60 y 70, que la reivindican como modelo en el que fijarse», señala.

 

Un pasado estigmatizador

Nacida en 1887 en una granja de Wisconsin (hecho que le marcó durante el resto de su vida y así queda reflejado en su obra), O’Keeffe fue «una viajera» que usó los colores y las formas «para expresar lo que no podía con palabras». Flores, graneros, cruces religiosas o paisajes son algunos de los temas que captaron la atención de la autora a lo largo de seis décadas.

Óleo sobre tabla ‘Serie I. N.º 3’ (1918)Óleo sobre tabla ‘Serie I. N.º 3’ (1918)«Fue una incansable exploradora de territorios que indagaba con el ritmo pausado del caminante y que prestaba especial atención a la naturaleza», remarca la comisaria. La retrospectiva empieza con unas acuarelas y dibujos en los que renuncia al color para plasmar experiencias personales de forma abstracta -incluso un dolor de cabeza-.

Y se cierra tras un centenar de obras que van quemando sus distintas etapas, como Gris, azul, negro, rosa, círculo, una pieza abstracta que intenta representar las danzas de los nativos americanos, o Calle de Nueva York con Luna, una mezcla de arquitectura moderna relacionada con el cielo y la naturaleza.

Más fotos:

‘Desde el lago N.º 1’ (1924)
‘Desde el lago N.º 1’ (1924)
El cuadro ‘Lirio blanco N.º 7’, de 1957
El cuadro ‘Lirio blanco N.º 7’, de 1957

Una obra llena de pasión, atrevimiento y feminismo que recala ahora en Madrid para disfrute de los amantes de las nuevas vanguardias americanas.