Tan solo pasaban 20 días desde que Pamplona, capital mundial de los encierros diese comienzo a San Fermín, y Talavera no quiso quedarse atrás.

El Casco Antiguo de Pamplona pareció trasladarse a la ciudad.  Santo Domingo, Mercaderes, Estafeta... fueron sustituidas por la  calle Delgadillo, San Francisco o la Plaza de Zamora.

Poco pasaba de las 10 de la mañana cuando los «mozos» ensayaban los cánticos en la Plaza de  Zamora. Más de medio centenar de valientes iban anudándose los pañuelos rojos al cuello y preparaban sus periódicos; de casa, ya traían sus camisetas blancas.

Padres, madres y abuelos aprovechaban para inmortalizar cualquier momento, de este encierro infantil, mientras los pequeños charlaban con los amigos e incluso comentaban como serían las carreras.

Cuando todo estuvo listo, se encaminaron en dirección al punto de partida. Toda la comitiva marchaba hacia la calle San Francisco, donde a la altura del Centro Municipal Jaime Vera estaba fijada la «salida».

En sus muros colgaba a modo de hornacina la imagen del Santo emulando a la mismísima Pamplona. Frente a él los corredores invocaban la protección del Patrón en honor al cual iban a correr el encierro, « A Santiago pedimos, por ser nuestro patrón...» y es que valieron las fiestas del barrio ‘Puerta de Zamora’ para por segundo año, realizar esta  actividad que tuvo un gran éxito de acogida y en la que los pequeños disfrutaron mientras recorrían las calles del centro de Talavera, sintiendo por momentos que eran auténticos corredores.

Una iniciativa, que como prueba piloto tuvo su inicio el pasado año y que dado el éxito se ha repetido este año con un recorrido ampliado.

Al concluir el encierro, que tuvo un balance de «cero heridos por asta de toro y algún magullado» según informaron los ‘sanitarios’, tuvo lugar un sorteo entre los participantes, tras lo cual y a modo de disfrute, se programaron actividades diversas en la Plaza para disfrute de pequeños y mayores.

completa programación. Las colchonetas supusieron un reclamo para aquellos que no quisieron madrugar. Sábado y verano no es buena combinación para muchos, por lo que al filo de las 11:30h pudieron disfrutar de una mañana que culminó con una fiesta de la espuma.

Después llegó la hora de degustar una rica paella para retomar fuerzas y continuar una jornada que se convirtió en el epicentro de las celebraciones de esta festividad.

Los más mayores pudieron disfrutar de un tributo a María Jiménez ya entrada la noche y  posteriormente de la discoteca móvil ‘Algarabía’, antes de que, sobre las 03:00h se celebrase el juego de la silla, para dar por concluida esta larga e intensa jornada.