Los taxistas han estrenado el año con una intensa preocupación tras comprobar la parada que se ha habilitado en el nuevo hospital. Todavía no han podido entrar al recinto para saber exactamente el número de plazas porque aún está en obras, pero desde la carretera ya han observado que la ubicación elegida por el Sescam «es inviable» y no están dispuestos a trabajar allí en malas condiciones, puesto que tendrán que aguantar un sol insoportable en verano, el calor que desprenden las salidas del aire acondicionado y los posibles riesgos de salud por los efectos de la radiación derivados de la cercanía de los transformadores.

«Nos parece fatal que no se nos haya consultado», explica el presidente de la Asociación del Taxi de Toledo, Miguel Ángel Ortega. No entiende que el Sescam no se haya puesto en contacto con el sector cuando desde el primer momento estaba dispuesto a colaborar para encontrar la mejor localización. En este caso, considera que los taxistas no podrán trabajar en estas condiciones y tiene claro que no están dispuestos a utilizar la parada habilitada, por muy espaciosa que sea, porque permanecerá al sol todo el día sin posibilidad de resguardarse, una problemática que se suma también a la proximidad de los transformadores y de la salida del aire acondicionado.

De momento, el colectivo desconoce cuántos taxis podrán estacionar en la zona habilitada dentro del recinto hospitalario, enfrente del edificio del Sescam, porque aún no han podido entrar, con lo que se han tenido que conformar con ver el área señalizada desde la calle. Además, Ortega añade que la parada se sitúa «a unos 200 metros» de la puerta de entrada, con lo que la distancia también puede acarrear dificultades para los usuarios de este servicio.

reunión. La asociación ya se ha puesto en contacto con la Concejalía de Movilidad y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Toledo para solicitar una reunión a tres bandas, incluyendo al Sescam, a fin de intentar solucionar el problema antes de la apertura del centro hospitalario, puesto que el Gobierno regional ya ha anunciado que entrará en funcionamiento en junio.

De momento, Ortega señala que no hay fecha para el encuentro y que desde el Ayuntamiento sí se admite que no es el emplazamiento más adecuado y hay que buscar otro. Si bien, el colectivo sabe que la competencia recae en el Sescam y espera poder sentarse en una mesa tras las Navidades para tratar el tema.

En principio, Ortega se muestra positivo porque tiene claro «que alternativa siempre hay», sobre todo, en un recinto hospitalario de ese importante tamaño. Ahora únicamente falta, en su opinión, que la administración vea el problema y pueda ofrecer otra ubicación que reúna buenas condiciones para los taxistas porque ellos ya adelantan que no se desplazarán al nuevo hospital si no tienen respuesta ni cambio de zona.

De momento, confían en que el Ayuntamiento de Toledo medie, se ponga en contacto con el Sescam y se ponga fecha para una reunión. En principio, Ortega no quiere ir más allá pensando qué ocurrirá si el Sescam se niega a un cambio porque espera que entienda la situación, el riesgo al que se someten los taxistas en estas instalaciones y echa mano de una frase que se resume la problemática:«Si hay voluntad, habrá solución».