«Me encantan las Ferias de Talavera, siempre he estado pidiendo un sitio, un día, un rincón, un sitio, porque la gente de Talavera es muy participativa, vive la Feria, no sale de allí». Así de rotunda es la artista Isi Cobos, extremeña de nacimiento pero talaverana de adopción, quien reconoce su gusto por el ambiente que rodea a la feria de Talavera.

Unos festejos en los que ha tenido ocasión de actuar, aunque «menos de lo que quisiera», porque disfruta estos festejos «siempre a tope, tanto encima del escenario como desde abajo» aunque sobre las tablas es «distinto». Asegura que le ha costado «un esfuerzo tremendo participar en las Ferias», pese a ser la ciudad en la que vive y en la que cuenta con numerosos seguidores. Aboga en este sentido por dar más oportunidades a los artistas locales y de la comarca, como es su caso, reiterando que disfruta «tantísimo» actuar en las Ferias de Talavera «que siempre ha merecido la pena».

Para Cobos, las Ferias de Talavera «son genuinas, auténticas» y se viven «con una alegría y un espíritu» que parecen «un culto a la fiesta». «El cañeo ese maravilloso en el que nos conocemos todos en esos días y el ambiente festivo es siempre muy variado», indicó, y recalcó que «en pocos sitios de España» se viven así.

La variedad de la oferta ferial en la ciudad es una de las características que esta artista destaca, quien reconoció que si bien «nunca se puede complacer a todo el mundo», en Talavera, con su plaza de la Juventud y de la Comarca, la caseta municipal y resto de espacios de ocio cuenta con una amplia oferta para intentar llegar a todo el público.

Cobos se centra en uno de estos espacios, la caseta municipal, para plantear iniciativas en las que se tuviera en cuenta a los artistas de Talavera tanto en las Ferias de San Isidro como en las de San Mateo.

Para ella, las ferias talaveranas «tienen un sello muy personal y muy auténtico», con una combinación de música y espectáculos para todos los públicos, de conciertos gratuitos «para todos los públicos y de todos los gustos».

En su caso, ha actuado siempre en la caseta municipal. «Todavía no he llegado a la plaza de la Comarca», indica, y añade que cuando actúa en las Ferias se siente «como en casa». «No quiero que se me olviden mis raíces y siempre digo que soy una extremeña que está adoptada en Talavera», dice, para subrayar a continuación que tiene un público fiel que ha llenado siempre «hasta la bandera» la caseta municipal cuando ha actuado en este recinto.

«Es como el sueño de cuando era chiquinina, salir a un escenario y estaba toda la gente de mi pueblo delante, me veía siempre como un punto de confianza», recuerda, y se muestra agradecida por «las cosas que me dicen los talaveranos». «Yo a ellos también, me los como», asegura.

En este sentido, reconocer sentirse «muy querida» por los talaveranos y por ello su interés también por poder participar en sus Ferias «porque es un sabor distinto, entre los aromas de las casetas, el ruido de la Feria, es un ambiente festivo muy bonito y siempre me trae un recuerdo de estar a gusto y en casa».

Primera actuación en las Ferias. Cobos recuerda la primera vez que actuó en las Ferias, bajo el mandato de Isidro Flores. «Nos llamó a todos los artistas que había en Talavera, cantantes, bailaores, al Ayuntamiento» para que actuásemos en la caseta municipal, repartiéndonos los días de las Ferias para actuar todos. «La caseta era como un teatro, con sillas para que la gente fuera a ver espectáculos», recuerda, y añade que a ella le tocó actuar con José Luis Viñas, entonces como los Rocieros de Ébora. «Durante mañana y tarde, durante una hora cada uno, íbamos haciendo un espectáculo, pero todo seguido, y había artistas para llenar los cuatro días de feria, cada uno con su estilo». explica.

A este primer concierto de Isi Cobos en las Ferias de Talavera asistieron entre el público sus padres, hermanos y amigos, «de todos los sitios» y conserva aún recortes de prensa, fotografías y carteles de ese momento. «Ese año fue muy bonito porque además estábamos todos los compañeros», dice, y reconoce que, a pesar del paso de los años, siempre que se sube al escenario están «los nervios» y el deseo «de darlo todo y de quedar bien». 

«Siempre que he trabajado en Talavera ha estado lleno hasta la bandera, y eso es muy bonito», manifiesta, recalcando que la música es su «vida» y lo será hasta el día en que se «muera».

Antes, cuando llegue el día, «como broche final y como despedida de mi trayectoria profesional, estaría muy bien actuar en la plaza de la Comarca».