Sergio González, jugador del Soliss Talavera, ha decidido que ha llegado el momento de la retirada después de casi veinte años en activo. El ala ha señalado a este diario que «es una decisión muy meditada porque son ya muchos años». Pero es indudable que «estás haciendo lo que más te gusta, con lo que cuesta tomarla».

Su edad, 36 años, y sobre todo los problemas que ha sufrido esta temporada con la rodilla, «que no se iban a solucionar», han sido los detonantes de esta determinación. Y es que «ves que no puedes dar el cien por cien, con lo que lo mejor es dar un paso al lado; es duro, pero creo que era la mejor decisión». Precisamente, si no hubiera tenido la lesión en la rodilla, hubiese seguido como jugador ya que «si hubiera sentido que podía ayudar al equipo y seguir disfrutando de este deporte, a lo mejor, sí hubiese seguido un año más».

Una vez que hizo pública su retirada, se sucedieron los mensajes de ánimo: «Estoy muy orgulloso del cariño que he recibido que, después de tantos años, es lo que me llevo de esta carrera y vale más que haber ganado cualquier título».

Sergio disputó este martes la final del Trofeo de la Junta en la que Valdepeñas solo pudo eliminar al Soliss Talavera en los penaltis; y es que los talaveranos protagonizaron un auténtico partidazo: «Hubiéramos firmado antes de la final haber competido y llegado a los penaltis». Eso sí, reconoce que «se te queda la espinita de que teníamos el partido prácticamente ganado y al final con el portero-jugador nos remontaron». Además, Valdepeñas «sacó la calidad que tiene porque es uno de los seis o siete mejores equipos de Primera División». Pero no hay duda de que en las filas talaveranas «debemos estar orgullosos del partido que hicimos porque dimos la cara y pudimos competir de tú a tú ante uno de los mejores conjuntos de España».

Y su despedida será este lunes, a las 20,30 horas, ante el Barça B en el Primero de Mayo donde recibirá un homenaje por parte de su club, al que «le estoy muy agradecido porque se está portando muy bien conmigo en la despedida»; está convencido de que «será muy emotivo para mí». Aunque «no nos jugamos nada, a nivel personal me podré retirar jugando un partido, que será muy especial».

Desde luego, Sergio se marcha de la cancha después de la campaña más extraña de la historia: «Ha sido la más rara de mis 18 temporadas, pero es lo que nos ha tocado vivir». Y es consciente de que todo lo que concierne a la pandemia ha incidido también en el equipo talaverano: «En esta temporada atípica, a lo mejor, no hemos conseguido ser todo lo regulares que nos hubiese gustado». Es una lástima que no se prolongue más el Campeonato para los talaveranos, ya que llevan unos últimos partidos espectaculares: «Igual que el año pasado; nuestro equipo empieza a funcionar en la segunda vuelta». Afirma que «esta temporada hubiese sido igual que la anterior, pero nos han condicionado mucho los parones».

Sus tres temporadas en el Soliss Talavera, «han sido totalmente diferentes: en la primera descendimos, en la segunda, si no hubiese sido por la pandemia, estuvimos a punto de subir y esta ha sido un poco intermedia». Sergio se queda de su estancia en el club talaverano con que «la gente, tanto en las buenas, en las mala, como en las menos malas, ha estado con nosotros porque allí se respira fútbol sala».

Se retira como jugador, pero seguirá ligado a un deporte que «es mi pasión y lo que he hecho toda mi vida». Parece que se decanta más como directivo deportivo que como entrenador. El tiempo lo dirá.