«El cine no cura una neumonía, pero hace olvidar las penas»

A.D.M.
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El Cigarral del Ángel acogió la proyección de 'Dolor y gloria', de Almodóvar. Le siguió una mesa redonda con el productor Agustín Almodóvar y los doctores Benjamín Herreros y Carlos Mur

«El cine no cura una neumonía, pero hace olvidar las penas»

«Ir al cine no cura un cáncer o una neumonía, ojalá, pero sí que nos permite olvidarnos de nuestras preocupaciones mientras dura la película». Benjamín Herreros (Instituto de Ética Clínica Francisco Vallés) participó ayer en la mesa redonda sobre ‘Cine y Dolor’ que siguió a la proyección de la película Dolor y gloria (Pedro Almodóvar, 2019) en el Cigarral del Ángel. El encuentro, en el que también participaron el psiquiatra Carlos Mur (Hospital de Fuenlabrada) y el productor ciudadrealeño Agustín Almodóvar, hermano del cineasta, estuvo enmarcado dentro de la programación del Festival del Cine y de la Palabra, y fue organizado por el Colegio Oficial de Médicos de Toledo.

Herreros, quien agradeció a Agustín Almodóvar su colaboración en otros encuentros relacionados con el cine y la medicina, señaló en primer lugar que el Séptimo Arte es «una herramienta docente extraordinaria», algo que «puede apreciarse bien en el Festival CiBRA». En el caso del cine de los Almodóvar, continuó, es posible destacar «un interés especial por la marginalidad, por la vulnerabilidad; por el ser humano enfermo, en definitiva».

La medicina está presente en películas como La flor de mi secreto (1995) y Todo sobre mi madre (1999), en las cuales se aborda una realidad, el mundo del trasplante, «que no ha sido demasiado representada en el cine». En el caso de la segunda, «también el VIH». Hable con ella (2002) recoge «la relación entre pacientes en estado vegetativo y sanitarios», mientras que Carne trémula (1997) y Átame (1989) profundizan en «la incapacidad para la comunicación». 

Aparte de todos estos ejemplos, Benjamín Herreros quiso destacar «el más toledano de todos», el personaje interpretado por Antonio Banderas en La piel que habito (película filmada en la Quinta de Mirabel, estrenada en 2011), el doctor Ledgard, «un cirujano plástico que actúa en los límites morales de la medicina». Dolor y gloria, por último, recoge el testigo de las anteriores al mostrar un personaje «cuya vida está condicionada por completo por la enfermedad».

La mesa redonda, que contó con una acogida casi tan entusiasta como la de la película, abordó aspectos como el mundo de las adicciones, la hipocondría o el sadomasoquismo en el cine de Almodóvar, fenómeno -expresó el psiquiatra Carlos Mur- «excelentemente bien representado» en un clásico como Matador (1986).

Los actos programados dentro de esta edición del Festival del Cine y de la Palabra, que se desarrollarán hasta la gala de clausura del próximo domingo, incluirán hoy un encuentro con María José Aguirre de Cárcer -a las 11,00 horas en el Teatro de Rojas- titulado «Érase una vez en Springfield: Los Simpson nos hablan» y la presentación de un poemario de Macarena Alonso en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, a las 18,00. Ya bien avanzada la tarde (a las 19,00 y a las 22,00), el Teatro de Rojas acogerá el preestreno de Intemperie, película de Benito Zambrano, que acudirá al primero de ambos pases junto con Jesús Carrasco, autor de la novela en la que se basa.