Más mujeres para el siglo XIX del Museo del Prado

EFE
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Maria Blanchard, Rosa Bonheur, Aurelia Navarro o Maria Roësset enriquecerán desde ahora las paredes de la pinacoteca, después de la mayor remodelación de los últimos 10 años

‘Doña Juana La Loca’, de Francisco Pradilla, que representa el peregrinaje de la reina de Castilla con el cuerpo de su marido Felipe ‘El Hermoso’, toma más importancia en la remodelación de las salas del Museo del Prado. - Foto: Javier Lizon

El Prado reorganiza su colección del siglo XIX con una propuesta «más compleja, rica y variada» que incrementa el número de mujeres, autores extranjeros y nuevos formatos, en una de las intervenciones «más ambiciosas» de las acometidas por la pinacoteca de los últimos 10 años. «Una de las pocas cosas que ha dejado positivas la pandemia es que nos ha permitido acelerar los procesos», explicaba ayer su director, Miguel Falomir, que presentó los cambios, los más importantes desde la ampliación de la pinacoteca.

El Prado, que ha mantenido gran parte de sus salas cerradas desde el año pasado por la COVID-19, ha encontrado en esta atípica temporada el tiempo para pensar cómo contar uno de los periodos claves de su historia, el siglo XIX, que incluye a Goya, Madrazo, Sorolla y otros nombres fundamentales de su colección.

La remodelación afecta a 15 salas y los números dan cuenta de los cambios acometidos: más de 100 obras nuevas (antes 170, ahora 275), las mujeres suben a 13 (antes una), se multiplican por cuatro los pintores extranjeros (de 10 a 37) y entran las artes decorativas con nuevos formatos como la miniatura o las medallas.

Obras de Carlos de Haes (18826-1898) que ahora lucen juntas en una de las estancias de la pinacoteca madrileña.Obras de Carlos de Haes (18826-1898) que ahora lucen juntas en una de las estancias de la pinacoteca madrileña. - Foto: Javier LizonEl principal objetivo del recorrido es contextualizar mejor el arte español en este periodo. A partir del siglo XIX, la colección del Prado es más española y los pintores extranjeros caen.

Las salas dedicadas a Goya son las que menos cambios han sufrido. La dedicada a las Pinturas negras se mantiene intacta, el cambio fundamental es la estancia que acoge los episodios del 2 y el 3 de mayo en Madrid, Los Fusilamientos y La lucha con los mamelucos.

Ambos cuadros tienen ahora en frente La muerte de Viriato de José de Madrazo, un cambio que resume mucho de los objetivos del nuevo recorrido. «La historia del arte no es un fenómeno lineal en el que un estilo sucede a otro, sino que hay momentos en que conviven estilos antagónicos como se ve en estas obras».

Espacio dedicado al Neoclasicismo en España en la que se pueden ver pinturas en miniatura. Muchas de ellas las hacían mujeres, ya que no solían tener acceso a talleres propios en los que trabajar obras de mayor formato. Espacio dedicado al Neoclasicismo en España en la que se pueden ver pinturas en miniatura. Muchas de ellas las hacían mujeres, ya que no solían tener acceso a talleres propios en los que trabajar obras de mayor formato. - Foto: Javier LizonLa nueva propuesta trata de contextualizar la colección del Prado con «unas coordenadas más cosmopolitas». Así, el neoclasicismo europeo tiene mayor presencia con nuevos autores suizos, alemanes, franceses o ingleses, que abrazan los nuevos aires del estilo neoclásico decimonónico, como el inglés Thomas Lawrence, el francés Pierre Guérin y el alemán Gottlieb Schick. El objetivo es dar una idea en conjunto del arte europeo, que además permita ver cómo Goya está relacionado con este movimiento.

La presencia de mujeres artistas, una reivindicación histórica de críticos de arte a la pinacoteca, suma nuevas obras, algunas de ellas adquiridas para esta renovación. Las 12 nuevas creadoras se han «integrado de manera natural donde les corresponde», en vez de hacer una sala dedicada a mujeres, que no hubiera tenido sentido.

Maria Blanchard, Rosa Bonheur, Aurelia Navarro o Maria Roësset son algunas de las incorporaciones del recorrido. Un poco menos de la mitad corresponden a la nueva vitrina de miniaturas que el Prado expone por primera vez en su historia. Se trata de 40 obras de excepcional valor que hasta ahora permanecían guardadas.

«La principal dificultad para una mujer que quería pintar era que no siempre podía tener un taller, la miniatura era lo más sencillo para comenzar», explicó Letizia Azcue Brea, Jefa de Conservación de Escultura.

Las artes decorativas están mejor representadas en este nuevo recorrido que ha sumado más esculturas, medallas y miniaturas: «El Prado no es solo una pinacoteca, por eso hemos decidido reforzar la presencia de las artes decorativas».