Los flamencos se acercan a las 'secas' lagunas deVillafranca

La tribuna
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Uno de los técnicos de la Fundación Global Nature afirma que la sequía no impacta de forma negativa desde el punto de vista biológico.

Los flamencos se acercan a las ‘secas’ lagunas deVillafranca - Foto: ROSA MARCOS

redacción / toledo

El Ayuntamiento de Villafranca anunciaba esta semana que las lagunas no son aptas para el baño esta temporada veraniega por la escasez de agua  que presentan. Sin embargo, esta situación no provoca una afección negativa desde el punto de vista biológico, porque, según explica  Carlos Zumalacárregui, técnico de la Fundación Global Nature que desarrolla varios proyectos en los humedales villafranqueños, estas masas de agua mediterráneas presentan por su naturaleza más inundación en invierno y menos en verano. «Desde un punto de vista ecológico la sequía en este caso se asume como ciclo natural y estos humedales se irán adaptando». Ahora bien, sí se va a quebrar la tradición de su uso para baño, para lo que se han ido inundando (se ha cambiado el régimen hídrico de estas lagunas) con aguas depuradas año tras año, porque, en esta ocasión, dada la escasez de agua, se ha impedido esa  ‘transfusión’ para que alcancen un volumen mínimo que garantice el baño de forma segura. 

Y como no hay mal que por bien no venga, esta situación ha provocado una novedad como es que se hayan avistado flamencos en la zona, una especie que no se veía hace muchos años. «Es una especie de zonas someras», detalla el técnico de la Fundación Global Nature, que apunta cómo de forma natural varían los ecosistemas y la fauna se adapta a las condiciones. Así, cuando las lagunas tenían mucha agua, se podía ver en ellas patos buceadores «pero ahora al tener poca agua se han avistado flamencos», por ejemplo.

Y  los cambios de régimen provocado por esos vertidos de aguas recicladas a las lagunas también han provocado un cambio de ecosistemas, aclara Zumalacárregui, de modo que «se ha pasado de humedales salinos, que es lo que encontramos en la Mancha a humedales semisalinos y casi dulces».

Porque la sequía provoca que los ecosistemas se vayan adaptando pero la ‘mano del hombre’ también tiene su papel. Por ejemplo, en la desaparición de los  patos colorados como consecuencia de permitir la  pesca en la Laguna Grande debido a la introducción de especies para que haya pesca que han acabado con las plantas, como la malvasía, de las que se alimentaban estos animales.

Sin embargo, aprecia Carlos Zumalacárregui, que «son dinámicas naturales y aunque el ser humano vaya modificando todo tipo de sistemas y paisajes las especies animales se adaptan, unas mejor y otras peor». 

Carricerín cejudo. Un ejemplo de las que han presentado dificultades es el  Carricerín cejudo un pequeño pájaro de sólo 10 gramos de peso que no cría en la península, lo hace en el Norte y Centro de Europa, pero es muy especial porque solo hay 20.000 ejemplares en el mundo y recala en su viaje en los humedales de la meseta.

Y para ayudar a garantizar la supervivencia de esta especie, la Fundación Global Nature intenta aumentar el número de refugios en los que este pájaro pueda pasar algunos días descansando de su larguísimo viaje de norte al sur del Sáhara -casi 6.000 kilómetros en línea recta-  y además transmite la importancia  que tiene conservar el carricerín cejudo y los humedales manchegos que utilizan durante sus migraciones en la Península Ibérica a los escolares de Castilla-La Mancha. Así, y en el marco del proyecto  LIFE Paludicola, ha realizado en el último trimestre del pasado curso escolar varios talleres en el aula con escolares de Villafranca de los Caballeros. También se han realizado talleres en el campo para observar diferentes especies de aves en su hábitat natural a través de la técnica del anillamiento científico de aves.

 «Es una suerte que los humedales de la meseta y de la Mancha sean paso de sus migraciones de norte a sur para descansar unos días y es necesario que estos humedales estén bien conservados», sentencia Zumalacárregui.