Agustín Díaz Yanes es un tipo con suerte. Así se siente él con todo lo que le ha dado el cine. Con todo lo que este director y guionista pone en cada uno de sus proyectos. Nunca ha tenido que rodar una película para salir del paso y a sus 70 años tampoco piensa hacerlo. 'Tano', para los amigos, llegó a la gran pantalla por la cabezonería de Victoria Abril, que le dijo un buen día que no haría 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto' si no la dirigía él. Un buen marrón para un guionista que no se había puesto nunca detrás de la cámara aunque conocía el oficio. Un bautismo de altura con Abril, Pilar Bardem y Federico Luppi, un examen exigente que superó con mucha nota a pesar de que pensó que no volvería hacer una película aunque quedara encantado con la experiencia. Y ahí sigue, celebrando el  decimoquinto aniversario de su 'Alatriste', y en stand by como director, quizá esperando una buena oportunidad de rodar que le compense el sacrificio que supone y que en estos momentos no tiene ganas de asumir.  Nunca se sabe, suele repetir, pero ahora prefiere escribir guiones tranquilo en casa sin prisas, sin viajes, sin la locura de horas y horas en exteriores e interiores. Eso sí, si un día le llama Victoria Abril no dirá que no.

¿Un director de cine tiene que asumir muchas renuncias  desde que planea un proyecto hasta que se estrena una película?

Quizá no lo llamaría renuncias, pero sí tienes que hacer muchas adecuaciones, a las circunstancias, al dinero o a otras cosas.

Esta edición del Festival del Cine y la Palabra (CiBRA) homenajea a 'Alatriste' en el decimoquinto aniversario de su estreno. ¿Qué supone volver a rescatarla, ponerla en primer plano y que  el elenco reciba un premio el domingo?

Es fantástico y estoy muy agradecido. Lo peor que tiene el cine es el tiempo, que las películas se olvidan muy rápidamente una vez que las estrenas. Pero Alatriste' se ha mantenido en la memoria de la gente y un homenaje es algo extraordinario. Nos ha gustado a todos mucho.

Rodar 'Alatriste' no fue fácil y lo has contado en muchas ocasiones. ¿Si tuvieras que hacerla ahora lo harías de la misma manera o con el paso del tiempo te has dado cuenta de que se podrían hacer cambios?

Alguna cosa no la haría de la misma manera, pero, en general, en un 80 o 90% repetiría lo que hicimos porque salió bastante bien, la verdad. Cambiaría poco y no es una película de la que me arrepienta de muchas cosas.

El tándem que formaste con Arturo Pérez-Reverte', autor de 'Alatriste', para el guión fue muy bueno y a menudo comentas que la novela era buenísima. Fue la clave, imagino.

Fue la primera vez que rodé  algo de él y después 'Oro', un relato suyo.  Conozco mucho a Arturo y he trabajado con en algún otro proyecto no estrictamente de cine. Nos llevamos  muy bien y somos muy amigos.

¿Te ves rodando en unos meses 'El italiano', la nueva novela de Pérez Reverte?

No, creo que no. No sé si la rodará o no. La verdad es que es una novela muy cinematográfica y supongo que llegará al cine. Yo ahora estoy rodando poco y no tengo muchas ganas.

En los últimos meses has comentado alguna vez que si tienes que rodar serán películas más tranquilas.  ¿Vas a volver al cine de 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto', con películas más íntimas y pocos personajes?

No lo sé. Lo habré dicho, pero ahora mismo no tengo muchas ganas por muchas razones. No me siento en estos momentos muy capacitado para rodar y si sale alguna cosa tendré que verlo. Una película tranquila y pequeña también puede llegar a resultar la más complicada y te puede hacer trabajar más. De momento, no tengo proyectos que quiera hacer.

¿Estás trabajando como guionista?

Sí. Escribir en casa no me importa nada y me encanta. Pero la idea de salir a rodar ahora mismo no. Un rodaje es un esfuerzo físico y mental terrible y no sé si no estoy en la edad o no tengo disposición de ánimo en estos momentos. A lo mejor en unos meses sí la tengo, no lo sé. De momento, estoy metido en proyectos, pero no los puedo contar porque no me dejan decirlo, no es porque yo no quiera hacerlo.

El año que viene se cumplen diez años de tu primera novela 'Simpatía por el diablo'. ¿Te animarías a una segunda?

También me veo, pero las novelas te exigen mucho tiempo. A lo mejor sí, pero no lo sé. Para mí son preguntas muy complicadas porque ahora no sé muy bien qué hacer, la verdad.

Aunque te resistas a ponerte detrás de la cámara de momento, ¿te suena mucho el teléfono?

Para guiones sí me suena mucho. El cine es pequeño y los que me conocen ya saben que es difícil que ahora quiera dirigir, pero para guiones me llaman bastante, gracias a Dios.

¿Cómo se maneja en un rodaje tantos egos juntos?

Como puedes (risas). Hay veces que los manejas muy bien y otras peor. No hay una fórmula mágica, vas día a día tratando de que todo el mundo esté lo más contento posible y es lo que hay. Tampoco puedes hacer mucho más.

El miércoles ofreciste un coloquio el en el Teatro de Rojas dentro del CiBRA y ahí dejaste claro que cuando quieras hacer su última película el protagonista tiene que ser Viggo Mortensen y ya se lo has dicho. ¿Cómo está el asunto?

Me gustaría mucho. Lo veo mucho y somos muy amigos. Pero conmigo resultaría muy complicado hacerlo ahora porque Viggo, después de la extraordinaria película que hizo, está muy centrado en dirigir más que en actuar. Ya veremos a ver, tendrá que pasar tiempo. Está difícil porque no tengo muchas ganas de dirigir, habrá que verlo más adelante.

¿Se te ha quedado algún proyecto por el camino en los últimos años?

Sí, claro, se quedan muchos. Escribo bastantes y sí se quedan. Aun así, lo que no sale es porque tiene alguna razón para no salir. Tampoco le puedes dar muchas más vueltas. No ha salido porque la industria ha decidido que no es conveniente.

No eres un director al que le haya dado por hacer series en plataformas de televisión. ¿Por qué?

En realidad, no me han llamado. Podría decir otra cosa, pero es así. De todas formas, no dirigiría una serie, es mucho peor que dirigir una película porque exige muchas más horas y mucho más tiempo.

Eso sí, si Victoria Abril te llama y te dice que no hará una película  si no la diriges, quizá cambie de actitud.

Rodaría con Victoria Abril, claro. Estoy en cine gracias a ella y lo haría.  Pero Victoria está rodando muy poco ahora. Hace tiempo que no hablo  con ella, pero si me llama claro que sí, sin dudarlo.

El otro día el director Benito Zambrano hablaba de la falta de oportunidades para las actrices maduras, sobre todo, porque el cine pide juventud salvo excepciones, como la del director sevillano y la tuya, siempre apostando por personajes con poso.

A la industria casi siempre le han gustado los jóvenes y no es algo nuevo. Casi todos los actores que recordamos han sido jóvenes cuando eran grandes estrellas. Marilyn Monroe, era joven, siempre ha sido así. Pero no estoy de acuerdo porque ahora hay muchos más papeles para gente de edad, no digo protagonistas, pero los hay. Y las actrices con más edad están ahí y el público acepta que los protagonistas no sean jóvenes.

Se acerca 2022. ¿Qué se le puede pedir a la industria del cine para el próximo año?

Que vaya bien y se acabe la pandemia definitivamente. Que se rueden muchas películas y muchas series.