El día que murió Joselito la Banda estrenaba director

Juan Ignacio Teruel Torres *
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El maestro Rubalcaba debutó el 16 de mayo de 1920 como director titular de la Banda Municipal de Música en la plaza de Toros de Talavera y ante un mito del toreo

El día que murió Joselito la Banda estrenaba director

Eusebio Rubalcaba, uno de los nombres propios que ha dado la música en Talavera, nos viene hoy a la memoria de la mano de Joselito el Gallo, en el recuerdo de aquella trágica tarde, y cobra especial relevancia al contar lo que a nivel musical supuso su estreno como director de nuestra  Banda de Música. Vinculado desde edad muy temprana a la música, pues su padre fue un reconocido organista, a los 14 años de edad, Eusebio ya realizaba labores como organista en la Colegial y diversas parroquias talaveranas y en 1907 fue nombrado organista titular de la, por entonces, Ermita del Prado.

En 1908 ya dirigió una Banda de Música en los actos preliminares y preparatorios para la conmemoración del Centenario de la Batalla de Talavera, que debían celebrarse en 1909.

Para contextualizar a nivel histórico, diremos que la Banda Municipal de Música de Talavera fue fundada en 1909, siendo nombrado director Eduardo López Chapí, quien dejó el cargo en 1913, entrando en un periodo de crisis plagado de altibajos, hasta que el propio Eusebio Rubalcaba  se puso al frente del colectivo, siendo nombrado director titular en el año 1920.

Cabe destacar que fue en esta fecha que se conmemora, 16 de mayo de 1920, cuando tuvo lugar su debut como director.

El día de la tragedia. Era el 16 de mayo de 1920, cuatro y media de la tarde. Primera actuación del flamante nuevo director, Eusebio Rubalcaba, al frente de la talaverana Banda de Música. No podía ser mejor ocasión para su estreno; en uno de los lugares emblemáticos de Talavera de la Reina, la plaza de toros «La Caprichosa», con la espectacularidad que suponía recibir en esta plaza al gran diestro del momento, la mayor figura del toreo de la época, pues era Joselito el Gallo quien, en un histórico mano a mano con su cuñado Ignacio Sánchez Mejías, toreaba en Talavera. Cuentan que por tal motivo y precisamente a instancias del propio Eusebio Rubalcaba, la Banda de Música recibió a Joselito en el ruedo con los compases del pasodoble Gallito.

El Pasodoble Gallito. Sobre esta composición se tiene la certeza de que en origen no fue dedicada al menor de los Gómez Ortega, sino a Fernando, segundo de los tres hermanos. A merced de esta información diremos que el mayor, Rafael, en un primer momento conocido como Gallito, al ser el primero de la saga y sucesor de su padre, Fernando Gómez el Gallo, más tarde y con motivo de la paulatina incorporación de sus hermanos menores a la continuidad de la dinastía, fue cediendo el diminutivo, pasando a ser llamado el Gallo, al igual que su padre. 

Centrando la atención en la composición Gallito, podemos decir que fue resultado de un encargo realizado al músico y compositor riojano Santiago Lope Gonzalo, fundador y primer director de la Banda Municipal de Música de Valencia, con motivo del festejo organizado por la Asociación de la Prensa Valenciana, celebrado en la plaza de toros de Valencia el día 29 de Julio de 1904; el maestro Lope asume la petición de componer un pasodoble para cada uno de los espadas participantes en aquel festejo, dando título a cuatro grandes pasodobles taurinos: GALLITO, dedicado a Fernando Gómez, Gallito Chico; DAUDER, para Agustín Dauder Borrás; ANGELILLO, por Ángel González; y VITO, en honor de Manuel Pérez Vito. De todos ellos fue, sin duda, el dedicado al segundo de los Gallo el que mayor éxito alcanzó y popularizó a su compositor; como anécdota podemos citar que en el día del entierro de este y por petición popular, la Banda Municipal de Valencia acompañó a su director a ritmo de Gallito en su último adiós. Volviendo a la tarde del estreno del afamado pasodoble, podemos añadir que pasó a la historia también por la extensa colaboración musical, ya que seis Bandas de Música, seis, participaron en el festejo: la de la Beneficencia, la de Veteranos, Catarroja, Torrente, la del Regimiento de Mallorca y la Municipal de Valencia, dirigida por el propio compositor, el citado maestro Santiago Lope. 

La Banda de Música en los Toros. Toros y Música, Música y Toros han permanecido unidos durante siglos. Ya desde principios del siglo XIX se considera de notable importancia y casi obligada la intervención de una Banda de Música encargada de acompañar y amenizar musicalmente el espectáculo. 

En palabras de Fernando Claramunt, autor de Historia ilustrada de la tauromaquia (Aproximación a una pasión ibérica): «Requiere la torería una música singular que, aderezando lo regional, nacional o folclórico, con sabor hispano al cien por cien, lo vincule a la bravura propia de la fiesta».

Es impensable asistir a una corrida de toros en Talavera sin que resuene «La Caprichosa», pues en gran parte el ambiente que se crea cada tarde de fiesta viene envuelto por el color de las notas de nuestra talaverana Banda Municipal. Citando de nuevo a Claramunt, en alusión a la fiesta taurina y la música, poco más podríamos añadir: «Entra por los ojos, después de haber tocado el alma, y a continuación por los oídos, y allí se queda».

Gallito y Joselito. Aun a sabiendas de que este no fue dedicado a Joselito, desde la mortal cogida que sufrió en Talavera se estableció la costumbre de iniciar y finalizar todas las corridas que se celebran en el coso talaverano con la interpretación del pasodoble Gallito. 

Entre los numerosos pasodobles taurinos es, sin duda, Gallito uno de los más populares, de los que más frecuentemente suenan y son interpretados en las plazas, hasta el punto de que algunos entendidos lo han considerado como un himno oficial del toreo, bien sea por la belleza de su melodía y estructura, o por la singularidad  histórica que lo une a la mayor figura de la edad de oro del toreo nacional: Joselito Maravilla, el menor de los Gallo, el gran Gallito.

Por tanto, conviene aclarar que el pasodoble Gallito se hizo para Gallito II, también conocido como Gallito Chico, y no para Joselito, que en la fecha del estreno tenía tan solo nueve años de edad, pero que una vez en los ruedos, pasó a ser el más grande de la saga, siendo llamado por los cronistas de la época Joselito o Gallito, indistintamente, al ser el menor de los tres hermanos,  perpetuando el vínculo de su nombre y dinastía a la historia de los ruedos en general, y a Talavera en particular, con letras bordadas en Oro y Grana, como el traje que luciera aquella fatídica tarde de mayo.

Para recordar a Joselito en el aniversario de su muerte, cada 16 de mayo todas las plazas de toros que celebran corrida guardan un minuto de silencio y algunas también incluyen la interpretación del pasodoble Gallito. En Talavera, en todas las corridas de toros (Ferias, Mondas, etc.) en las que participa la Banda Municipal de Música es tradición abrir y cerrar la plaza con este pasodoble en emotivo recuerdo de aficionados y gente del toreo que, a través de la música, se funden en un sonoro: ¡Va por ti, Joselito!

La música de Joselito. No es tan escasa como sí desconocida la obra artística sobre Joselito compuesta antes de su muerte, hecho que llama especialmente la atención dada la relevancia de su nombre dentro y fuera de los ruedos; por la grandeza y esplendor de su arte, la elegancia y el dominio de su toreo es llamativo que apenas existan títulos que dedicaran al maestro sevillano en vida y que hayan perdurado a lo largo de la historia. Cabe destacar la existencia de un pasodoble titulado !Olé!, dedicado a Gallito III (Joselito), con música de A. Sánchez  y letra de L. Ferreiro, compuesto en el año 1912 (ca.) siendo el más antiguo del que tenemos noticia, referencia gracias a la inestimable labor de recopilación histórica de mi querido amigo Álvaro Muñoz Cardona.

Navegando en la librería de Cossío y la Biblioteca Digital Hispánica, a través del blog de La razón incorpórea (Flamenco y toros, del día 18 de julio de 2013), podemos añadir las siguientes composiciones que han sido conservadas entre la escasa tirada gráfica de la época, teniendo conocimiento de muy pocas copias (vendidas a coleccionistas), de las cuales no hay referencias musicales:

Joselito, pasodoble torero de Jorge Torralba (1913).

Gallito Chico, pasodoble para piano de R. Rufino y Gutiérrez (1913 ca.).

Joselito Maravilla, pasacalle canción música de Luis Romo y letra de V. Castro-les

Gallito III, pasodoble flamenco para piano de J. Pérez

Por Joselito, pasodoble torero para piano y voz, con letra y música de Ch, Schumann (1915).

La música después de Joselito. Fue sin duda a raíz de su trágica muerte en Talavera, tal vez alimentado de esa parte romántica y poética intrínseca en el arte que tantas veces llora una tragedia por una muerte más que ensalza los éxitos en vida, cuando se recoge mayor legado artístico que perdura en el tiempo y se hiciera eco en la sociedad. La literatura, la pintura, la escultura y la música se pusieron al servicio de este acontecimiento para conmemorar el fatal desenlace del torero andaluz. Algunos de estos trabajos recogen, precisamente, lo ocurrido en la Plaza de toros «La Caprichosa» y cuanto se vivió en torno a aquel suceso en Talavera que iniciara la leyenda del torero inmortal.

El cordobés Antonio Sánchez, el Niño del Genil, en 1924 le dedicaba una malagueña a Joselito el Gallo que decía:

Le dijo a su apoderado, antes de morir Gallito:

«Si mi tumba cría yerba, 

que se la coma el ganado de la Viuda de Ortega».

En el año 1962 los compositores de copla más afamados del momento, Quintero, León y Quiroga, dedican al diestro sevillano la copla Silencio por un torero compuesta por esa mítica «cuadrilla de la copla» para la popular Juanita Reina. 

«Suspira bajo su velo la Virgen de la Esperanza

y arría en señal de duelo banderas la Maestranza.

Y Sevilla, enloquecida, repetía a voz en grito:

«¡Pa qué quiero mi alegría!, ¡Pa qué quiero mi alegría,

si se ha muerto Joselito!» 

Hay referencias de la existencia de otro pasodoble dedicado a Joselito, el titulado Ya no habrá otro, con música de Juan Marigot y letra de Julio Andreu, compuesto para piano y voz, estrenado por la canzonetista María Olimpia, conocida cantante de los años 20, del cual no disponemos de mayor información.

La Sevillana Pasodoble La Pandereta y el Relicario, en su tercera parte dice:

A José Gómez Gallito

La gran figura torera

Lo ha matado en Talavera

La cornada de una fiera…

Cuando Rafael el Gallo

se enteró que cierto era

la muerte de Joselito,

se fue en auto a Talavera.

Fue a la plaza a la carrera

y en la puerta lo sujetan,

todos con dolor respetan

y él pedía la coleta del pobre José.

Entre las obras musicales más recientes que hacen alusión a la muerte de Joselito cabe citar con especial relevancia, la encontrada en el año 2007 por el Aula cultural «La Venencia» (Santander), cuyo presidente, Salvador Arias, a través de la Fundación Muñoz Seca, logró dar con el hallazgo de algo más que unas quintillas dedicadas al diestro de Gelves: un pasodoble dedicado a Joselito el Gallo con motivo de su muerte, titulado Pobre Joselito, con letra de Pedro Muñoz Seca y música del maestro Joaquín Taboada. La instrumentación para Banda de Música corrió a cargo de Francisco García Álvarez. Algunos de sus versos son los siguientes: 

¡Talavera! ¡Talavera! Qué triste suerte;

en tu plaza bullanguera, de una cornada certera 

halló Gallito la muerte... Pobrecito Joselito, ¡pobrecito!,

el gran torero, el artista favorito...

Pobre Joselito fue estrenado el día 16 de Mayo de 2010 por la Banda Municipal de Música de Talavera de la Reina, bajo la batuta de Valentín Esteban Reollo, en la plaza de toros «La Caprichosa», a escasos metros de donde Gallito perdía la vida, en los actos organizados con motivo del 90 Aniversario de la muerte de Joselito y gracias a la gestión y gentileza del Club Taurino Talaverano, que se encargó de recuperar dicha partitura para la historia viva de nuestra ciudad y para bien de la cultura y patrimonio musical talaverano.

La más reciente composición es la que realizó el cantaor gaditano David Palomar, que en sus Alegrías de Albero (2015) decía:

«¡Ay!, dijo Joselito el Gallo a su hermanito Rafael,

¡A éste quinto yo no lo mato que me da muy mal presagio!

El 16 de mayo del año 20, el genio de la fiesta tuvo su muerte.

En Talavera la Reina, en Talavera,

esa maldita tarde, ¡ay! de primavera». 

A modo de epílogo. El 16 de mayo de 1920 y con la Banda Municipal como testigo, el toro Bailaor, de la ganadería de la viuda de Ortega, segaba la vida de José Gómez Ortega, Joselito el Gallo, el gran Gallito, dando así comienzo a la leyenda del torero inmortal. Desde entonces, en cada tarde de toros, la Banda Municipal de Música de Talavera de la Reina interpreta, en su pasacalle de acceso a la plaza, al comienzo y al final de cada festejo, el pasodoble Gallito; in memoriam.

*Director de la Banda de Música de Talavera de la Reina