La Gesta del Alcázar, conocida popularmente en Toledo como 'El Ángel del Alcázar', se tambaleaba. En realidad, parece que no tenía peligro inminente de caída, pero cuando soplaba el viento, la escultura de Juan de Ávalos en la explanada este del edificio tenía una oscilación que podía llegar al metro y medio. De forma que el Museo del Ejército tomó cartas en el asunto y encargó a Alcaem Restaura una intervención sobre este Bien de Interés Cultural, que de paso ha servido para hacer su primer mantenimiento y puesta en valor.

Explica el restaurador, responsable de esta empresa, Luis Miguel Muñoz Fragua, que el 'Ángel' no corría peligro de caída, a pesar de su oscilación, porque, según ha podido investigar, cuenta por debajo con una quilla, sujeta en el promontorio, que la sustentaba. A pesar de eso, mejor prevenir por motivos obvios.

Los trabajos, a la postre, han logrado devolver la estabilidad a la estructura y, ya que se habían montado los andamios, hacer un mantenimiento. Alcaem ha detectado problemas con las colonias de aves. Allí había dos nidos de paloma, con huevos dentro, y gran cantidad de palomina. A ello se unen varios nidos de avispas.

Tras quince días de trabajo, la pieza ya está estabilizada. Eliminados también los restos animales, se han tratado los puntos de corrosión del metal y cerrado las fisuras, para que no entre el agua por dentro. En estos momentos, Alcaem está dando la capa de inhibición del metal para protegerlo, y reintegrando el metal de las fisuras. La próxima semana, previsiblemente, puede estar acabada la intervención. Resta el novedoso sistema antiaves, que en lugar de utilizar pinchos, explica Muñoz Fragua, contempla unos platillos reflectantes, en forma de tesela, que hacen que las palomas no se posen, porque creen que hay fuego. Se completa con un líquido repelente para la noche.

Empresa toledana. Alcaem Restaura trabaja habitualmente para el Ministerio de Defensa y desde que se trasladó el Museo del Ejército, la colaboración es más estrecha. Ahora mismo no está trabando allí en la escultura de Juan de Ávalos, también lo hace con otras piezas, como una máscara mortuoria de Napoleón y un estuche de pistolas de duelo. Muñoz Fragua es especialista en la restauración de metales su trabajo allí está casi siempre especializado en armas históricas y metales.

Se trata de una empresa de Toledo, que desde el año 2000 se encarga de la conservación y restauración de bienes culturales, como esta estatua. Trabaja para todos los museos estatales y también a nivel internacional. También desarrolla intervenciones con el Consorcio, concretamente, la rehabilitación de los elementos especiales, como artesonados o portadas de piedra, de las viviendas.

Autor denostado. Tanto el 'Ángel' como todo el monumento se instaló en 1961, y desde entonces no se había hecho intervención alguna sobre ella. Sesenta años después, el Museo y tras comprobar su oscilación, el Museo del Ejército ha abordado su estabilización y puesta en valor.

El conjunto es obra del escultor Juan de Ávalos, conocido también por su obra en el Valle de los Caídos. Pero curiosamente, fue su canet socialista el que no le dejó otra opción que trabajar para el régimen. Fue uno de los grandes escultores del siglo XX, especialista en el cuerpo humanos. Pero antes de la Guerra Civil, su trabajo era otro. Era el subdirector del Museo Arqueológico de Mérida, donde se encargaba de restaurar piezas. Tras el conflicto, el Decreto de Depuración de los Funcionarios del Estado lo inhabilitó para puesto público por su carnet socialista. En lugar de marchase, como hicieron otros artistas, como el toledano Alberto Sánchez, se quedó trabajando y a la postre terminó haciendo esculturas para el franquismo, a pesar de no tener buena relación con el dictador.

De esta forma se quedó con la herencia artística de Querol y Benlliure, y elaboró obras como esta Gesta del Alcázar, una figura femenina, en forma de Victoria, que sujeta una espada, sobre un suelo en el que se conforma el águila de San Juan, en un conjunto monumental de herencia italiana.