No tuvo éxito la moción de Vox para que el Ayuntamiento de Toledo tome medidas de apoyo específico para la hostelería. Aunque a casi todos los grupos políticos les resulta interesante debido al enorme peso que tiene el sector tanto en el empleo como en la economía locales, consideran que el conjunto de propuestas era confuso unas veces (ampliar horarios de forma discrecional), imposible otras (convertir a la Administración en avalista de préstamos bancarios a particulares) y desinformado algunas (ya estaba decidido que las tasas por ocupación no se van a cobrar durante el tiempo que no se abran los establecimientos).

Dice Francisco Rueda, concejal de Promoción Económica y Turismo, que la hostelería crea en Toledo 4.000 empleos, que los bares suponen el 6% de la economía local, que en general son negocios muy pequeños, financieramente frágiles, regentados por autónomos y que están sufriendo la crisis como el que más porque primero han cerrado semanas, ahora los que abren lo hacen con restricciones y más adelante se verán mermados por el miedo de mucha clientela que va a tardar en volver.

También informa que hasta ayer se han tramitado 51 solicitudes de ampliación de terrazas de las que solo 11 han sido rechazadas debido al informe desfavorable de la Policía porque físicamente ocupaban espacio de peatones,  de zonas verdes o de otros establecimientos, o porque impedían  la accesibilidad.

Señala que la Junta de Comunidades ha creado lineas de crédito de hasta 400 euros para que los bares compren material sanitario y que les distribuirán dosis gratuitas  de hidrogel.

Por cierto, afirma que lo que más demandan los bares y restaurantes es la responsabilidad y la seguridad para que sus clientes respeten las normas de la desescalada.

Por otro lado se ha puesto en marcha en Toledo una oficina de reactivación de la actividad empresarial con el fin de ayudar a todos los que lo requieran, en especial a sectores tan importantes como el de la hostelería dentro del más genérico del turismo.
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