La irrupción de Vox en el Parlamento era evidente según las encuestas, pero la clave de la jornada electoral estaba en con cuántos escaños lo haría. Su triunfo se tradujo en 24 diputados en las Cortes que representarán «el orgullo se ser español». Así lo proclamó el presidente de la formación, Santiago Abascal, ante sus simpatizantes, que le recibieron en la celebración de la noche electoral al grito de «¡España, unida, jamás será vencida!».

Abascal insistió ante los suyos en que la reconquista que prometieron durante la campaña es una realidad. «Hemos venido para quedarnos», avisó desde la plaza de Margaret Thatcher, un enclave muy cercano a Colón, en Madrid.

No se olvidó en su primera intervención de echar en cara a «la derechita cobarde» quien, teniendo todo a su favor, les culpa de la fragmentación del bloque conservador, del que se han llevado 2,5 millones de votos. A todos esos simpatizantes agradeció cada papeleta, pero también a los militantes que durante los últimos años han estado ahí para dar forma al partido que ahora entra en el Congreso de los Diputados. 

«¡Presidente, presidente!», coreaban los asistentes a quienes prometió que dará voz «a partir de ahora» con esos 24 representantes.

Unos momentos antes, el secretario general, Javier Ortega-Smith, celebraba también los resultados y cargó igualmente contra PP y Cs por haber sido «incapaces» de obtener un resultado electoral que permita echar al PSOE de Pedro Sánchez del La Moncloa. «Compañeros, la resistencia ya está dentro del Congreso y no vamos a parar», proclamó prometiendo dar voz en el Parlamento a «millones» de ciudadanos que hasta ahora estaban silenciados. «No van a poder evitar que estemos en los debates y que oigan nuestras propuestas», celebró.