La retirada de la calle Toledo de Palma llega al Congreso

La Tribuna
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Los diputados del Partido Popular por Toledo Carmen Riolobos y Vicente Tirado consideran que la decisión supone«un agravio y una ofensa intolerable a la ciudad de Toledo, a los toledanos, a España y a todos los españoles»

Carmen Riolobos, diputada del PP por Toledo.

Los parlamentarios nacionales del PP de la provincia han presentado una pregunta al Gobierno del PSOE de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados para saber si comparte el argumento del alcalde de Palma, José Hila, de eliminar la Calle de Toledo del callejero por ser franquista, una actuación que consideran «un agravio y una ofensa intolerable a la ciudad de Toledo, a los toledanos, a España y a todos los españoles».

Así lo ha manifestado la diputada nacional Carmen Riolobos, quien ha recordado que esta decisión del Ayuntamiento de la ciudad de Palma, gobernado por el PSOE, con el apoyo de Podemos y Més per Mallorca, supone «una aplicación injusta, errónea y sectaria de la Ley de Memoria Histórica», por lo que es necesario saber si el Gobierno de Sánchez «comparte este criterio injusto del alcalde de Palma, que es de su mismo partido».

Por su parte, el diputado nacional Vicente Tirado ha declarado que «como toledano y diputado por Toledo no voy a consentir que el alcalde de Palma insulte a los toledanos desde el desconocimiento y la incultura. Toledo es la historia viva de España, convivencia de culturas cristiana, árabe y judía, una de las ciudades más bonitas del mundo y Patrimonio de la Humanidad».

Vicente Tirado, diputado del PP por Toledo.Vicente Tirado, diputado del PP por Toledo. - Foto: David PérezPor ello, Tirado ha pedido al alcalde de Palma «que rectifique y devuelva a su anterior denominación a la Calle Toledo, además de pedir perdón a los toledanos. Porque Toledo es esencia de valores humanísticos, culturales y democráticos y solo el odio y el sectarismo pueden llevar a tomar decisiones tan desafortunadas».

La pregunta, registrada en el Congreso de los Diputados, recuerda que «Toledo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1986, ciudad de la tolerancia, de las tres culturas, en la que han convivido cristianos, musulmanes y judíos, capital del reino visigodo (513), sede de la Iglesia de España (siglo XVI), y capital del imperio español de Carlos V, entre 1519 y 1561, es actualmente la sede del Gobierno y de las Cortes de Castilla-La Mancha, así como del arzobispado primado de España».

Asimismo, destaca que «Toledo aporta un testimonio excepcional sobre varias civilizaciones desaparecidas: romana, visigótica, la civilización del Emirato de Córdoba, la civilización judía y la de la Edad Media cristiana. Conserva una serie de obras maestras de los siglos XV y XVI, edad de oro española. Sus obras maestras son el resultado del paso de civilizaciones muy heterogéneas en un contexto donde la existencia de tres poderosas religiones: judaísmo, cristianismo e islamismo, constituía un factor esencial».

«La ciudad es una auténtica joya monumental y un reclamo turístico de gran importancia en España y en Europa –continúa la pregunta de los parlamentarios toledanos –.  Ninguna ciudad española condensa tanta historia de España, ni reúne tantos monumentos de las más variadas culturas que por ella han pasado: la hispano-romana, la árabe, la judía y por último la cristiana».

Asimismo, el escrito presentado en el Congreso por el PP recalca que «actualmente, Toledo conserva la imagen de ciudad medieval, aunque no por ello se ha abandonado la modernización de la ciudad. Sus monumentos, museos, iglesias, ermitas y palacios, se apiñan dentro de sus antiguas murallas».

Por último, denuncian en esta pregunta que «el Ayuntamiento de la ciudad de Palma, gobernado por el socialista José Hila, con el apoyo de Podemos y Més per Mallorca, ha decidido eliminar del callejero de la ciudad, el nombre de la calle ‘Toledo’ en aplicación injustificada, errónea y sectaria de la Ley de Memoria Histórica que permite renombrar viales que hagan exaltación del franquismo», algo que «supone un agravio, una ofensa intolerable a la ciudad de Toledo, a los toledanos y a todos los españoles».