Su alegría traspasaba el teléfono. María Ángeles Moreno irradiaba felicidad tras conocer, unas horas antes y casi en el último minuto, que por fin habían encontrado un donante compatible con su hijo, el pequeño Marco, de casi tres años, y enfermo de leucemia linfoblástica.

Tras varios meses de búsqueda,  «y muchas semanas de incertidumbre», la oncóloga del niño, Nerea, les llamó para comunicarles la gran noticia. «Habíamos encontrado un donante compatible, el cordón umbilical de un niño donado por la madre nada más nacer. Una vida que ahora va a dar nueva vida, a mi hijo», explicaba emocionada, a la vez que se mostraba «agradecidísima» a esa madre.

La donación apareció cuando se acababa el tiempo, en el último día de espera. «Ha llegado en el momento perfecto y no solo le dará vida a mi hijo, sino a toda su familia, que estamos sufriendo mucho junto a él», añadió.

Su lucha se está escribiendo desde hace muchos meses. La recaída del niño y la urgencia de un trasplante de médula llegó el pasado verano, cuando el pequeño iba a incorporarse a su primer año de etapa escolar en el  colegio Cristóbal Colón. No pudo hacerlo y cambió las clases por la habitación de un hospital donde nunca ha perdido la sonrisa.

La fuerza de sus padres se apoyó mucho no solo en la energía del niño, sino en la de toda la ciudad de Talavera, que no dudó en compartir su historia para incrementar el número de donantes en la búsqueda del compatible para Marco.

Muchos meses después, la noticia se hizo realidad durante su estancia en el Hospital Virgen de la Salud, de Toledo. Allí, prosigue el tratamiento de quimioterapia que «limpia» las células malignas y consolida que llegue perfecto al trasplante. Para ello, deberá trasladarse el 14 de diciembre, día de su tercer cumpleaños, al Hospital Niño Jesús, en Madrid, donde unos días después le realizarán la operación. Este será «el mejor de los regalos, ingresar con esa gran noticia» para la preparación a la nueva médula, que llegará en la semana de Navidad, aún sin fecha concreta.

Así, mientras que el resto de la sociedad estará  inmersa en los preparativos navideños y pendientes del Sorteo Extraordinario del día 22, «nosotros estaremos a otra cosa, no sé si nos tocará el Gordo, pero la lotería nos ha tocado ya». No es para menos, «en esos días, se producirá el gran cambio de nuestra vida», finalizó.