La crítica -
Por Juana Samanes
Es naranja, adora la lasaña y odia los lunes…es Garfield. Desde que apareciera por primera vez en el año 1978, en una tira cómica del dibujante Jim Davis, este gato casero y glotón se ha convertido en un personaje icónico. Su salto a la televisión y al cine ha sido continuo pero, en esta ocasión, al tratarse de una película de animación favorece que sus aventuras no tengan freno visual, muchas de ellas propias de una comedia física (slapstick) donde abundan las caídas, golpes y persecuciones.
Garfield que opina, como la heroína de El mago de Oz, que "se está mejor en casa que en ningún sitio", se ve inmerso en una aventura en el mundo exterior cuando hace su aparición su perdido padre. De tal forma que tanto él como su amigo Odie se ven obligados a abandonar su cómoda vida al lado del bondadoso John.
Con una fantástica animación en 3D, que tiene el mismo estilo de Carlitos y Snoopy: La película de Peanuts (2015), la dirección ha corrido a cargo de Mark Dindal, todo un profesional en este tipo de cine, sobre todo en la faceta de guión y efectos visuales. De ahí que lo mejor de esta nueva propuesta son las graciosas situaciones de acción que protagoniza este gato holgazán que tiene como asistente a su leal amigo canino Odie y vive a costa del humano John. Merece la pena destacar, por su creatividad , todas las escenas que transcurren en una factoría láctea cuando acuden a robar obligados por la villana de turno, una malvada gata llamada Jinx, y su esbirro, el rotundo Shar Pei Roland. En la versión española doblados por una genial Alaska y por el chef Pepe Rodríguez, mientras que la voz de Garfield es de Santiago Segura.
La película no solo es graciosa cuando describe momentos que hemos vivido todos, como las llamadas telefónicas contestadas por voces automáticas durante interminables minutos, sino que también aporta un mensaje conciliador y bonito sobre la familia, apostando por las segundas oportunidades, mientras describe la complicada relación de Garfield con su padre, el desaliñado gato callejero Vic. De hecho el comienzo de la película, que narra como se conocieron John y Garfield, éste siendo un cachorro, es tierno pero desternillante así como novedoso respecto a las tiras cómicas.
Que este proyecto es uno de los más ambiciosos de Sony Pictures Studios se demuestra porque en la versión original de la película han puesto sus voces grandes estrellas como Chris Pratt, Samuel L. Jakson o Nicolas Hoult.
Hay muchos momentos simpáticos en la película, alguno de ellos claro homenaje a los antiguos juguetes de peluche de Garfield con ventosas, que se adherían a las ventanas de los automóviles, como cuando en una de las escenas de acción nuestro héroe gtuno aterriza en el cristal delantero de un coche.