Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


La verdad en los medios

09/11/2019

Hace unos días tuve la suerte de leer el libro escrito por Álvaro Mateos, periodista de Ávila y afincado en Toledo y columnista también de La Tribuna. Irreprochable obra, qué bien escrito, completo e históricamente documentado. Está extractado de su tesis doctoral: ‘La Voz del Pueblo, un diario liberal abulense (1930-1931)’  sobre la prensa en Ávila, en concreto, pero sobre la España de finales de los años 20 y el cambio de modelo de Estado de Monarquía a República.
Estamos viviendo un copia y pega de los acontecimientos que se vivían en aquel momento. Vivimos una radicalización social muy peligrosa. Unos indicadores de avance y crecimiento que se están paralizando por malas decisiones gubernamentales. Aquella España estaba bien posicionada en avances tecnológicos de la época, en avances e investigación sanitarios, pero como explica el autor, los acontecimientos, narrados por la prensa, fueron los que fueron.
Un conflicto de género en el que la izquierda impedía el empoderamiento de la mujer, eran contrarios a facilitarlas el derecho a voto. Una despoblación rural sistémica, acuerdos comerciales internacionales ruinosos.
Cuánto se perdió en el país por culpa de la excesiva radicalización de aquel momento. Cuántos responsables prepotentes y chulescos arruinaron el país. Cuántas similitudes pude encontrar entre aquel momento y el que vivimos hoy. El lenguaje, las actitudes irrespetuosas, el ansia de poder por el puro ansia. La falta de valores para ejecutar los proyectos. Nos seguimos comportando igual, pero 90 años más tarde.
En aquel momento se hablaba de la necesidad de construir 27.000 escuelas para reducir los altos niveles de analfabetismo. Hoy en día no hablamos de analfabetos, aún, pero el abandono escolar es una lacra a la que no se pone freno.
Tenían ganas revanchistas de resucitar conflictos donde no los había. Y sí, ya por aquel entonces Cataluña empezaba a dar por saco, pidiendo lo que no merecía. Castilla perdió bagaje territorial, y siguió siendo la ‘paganini’ como con Carlos I, les pusimos las alhajas y no correspondieron con el sacrificio realizado.
Los medios de comunicación son testigos de lo ocurrido, el punto de vista dependerá de las líneas editoriales de cada cual, pero, a fin de cuentas, los hechos son irrefutables y hemos hecho un copia pega del siglo XX en el XXI.