Javier D. Bazaga

NOTAS AL PIE

Javier D. Bazaga


El momento

25/10/2019

No viví la Guerra Civil. Tampoco la dictadura de Franco. Ni siquiera la Transición. Tampoco puedo decir que sea un millenial. Pero sí pertenezco a esa generación que creció en un país en plena transformación. Y sí, sin haber pasado por todo eso, ayer, viendo el helicóptero del Ejército alzarse frente a la gran cruz del Valle de los Caídos con el féretro de Franco dentro, me recorrió un escalofrío por la espalda.
He seguido de cerca los acontecimientos que han propiciado la exhumación de los restos de Franco. Si bien por un motivo evidentemente profesional, los he seguido también, lo reconozco, con cierto temor. Temor a que todo esto que se nos invitaba a contemplar como una reparación, como una justicia histórica, como el fin a una afrenta moral, no fuese más que la chispa que volviera a resucitar, si me permiten la chanza, a las momias del pasado.
Se ha criticado con profusión el momento elegido. Ya se ha explicado en multitud de foros pero convendrán conmigo en que no ha sido posible hacerlo antes porque la familia ha intentado a la desesperada evitar lo inevitable, con el único resultado de retrasar los plazos. ¿Que podría haberse aplazado para no caer en plena precampaña electoral? También. Pero dejen que les pregunte: ¿qué momento habrían elegido ustedes? Ninguno me dirán. 44 años ha estado allí Franco y no ha pasado nada. Cierto. Y más que estará José Antonio Primo de Rivera y ustedes y yo hemos visto hoy de nuevo amanecer.
Pero el momento ha sido este: «ni un día antes, ni un día después» aseguró ayer el presidente Pedro Sánchez. Antes dudo mucho de que esta democracia estuviera preparada. De hecho, si vemos lo que se congregó y se dijo ayer a las puertas del cementerio de Mingorrubio hay quien nunca hubiera estado preparado. Por eso creo que ese debate, el del momento, no tiene más recorrido, y quien quiera hablar de electoralismo es quien lo pretende ejercer. Podemos se equivoca al atacar al Gobierno, y quien más gana con esto es VOX, que hace suyas las reivindicaciones de la familia. PP y Ciudadanos se abstuvieron en la votación del Congreso de mayo de 2017. Pero se les olvidó que abstenerse no es ser neutral. Es una posición política, con todo su significado. Y en este caso más si cabe. Es más, cuesta creer que no se haya dado un consenso por parte de todos los partidos políticos.