Miguel Ángel Flores

Amboades

Miguel Ángel Flores


Todo el mundo escribe

12/10/2020

Hoy en día todo el mundo escribe, todo el mundo quiere expresar y en verdad expresa sus sentimientos y opiniones, pero ¿Hoy en día quién lee? ¿Cuántas personas ciertamente leen? En cierta manera, la lectura es una actividad superior a la escritura, porque de esta acción se puede y obtiene el conocimiento y el aspecto crítico, ante lo que va pasó, va pasando o pueda pasar. Sólo se puede escribir con el código que el lenguaje nos ha ayudado a adquirido, mediante la lectura, es decir leyendo.
Según algunos autores, la lectura es la materia prima de la escritura y con ella da la posibilidad para crear un texto o una obra, que puede llegar a tener en su contenido belleza, profundidad, sencilla simpleza o una farragosa complejidad, o incluso tal sarta de palabras inconexas que en verdad no significa nada. Por lo tanto, todo esto se fundamenta o así debiera ser en las lecturas que se hacen, y así los autores van aprendiendo y decantando para que, después de leer mediante el dominio de las palabras con sus giros, de los signos de puntuación y su verdadero significado y después, con el dominio de todo ello se llega a crear la escritura, es decir, a escribir a manera de refinación del pensamiento personal de cada uno, para poder transmitirlo al resto con cierta eficacia, veracidad y por supuesto que sea sencillamente comprensible.
Pero todo esto, para muchas personas al no refinarlo o asimilarlo así, solo ven más atractivo el hecho de escribir, porque al parecer tiene más glamour, y se lanzan (quizá nos lancemos) a poner palabras conexas o inconexas, unas tras otras y ya se definen escritores, y la verdad es así, porque hoy día en apariencia y en la triste y real práctica todo el mundo escribe, algunas personas por haber ostentado cargos de relieve ya escriben esto o aquello de sus andanzas, otras por estar en ciertos medios de comunicación también llegan a publicar ‘sus escritos’, llegando a ser verdaderos superventas, por otro lado otras personas que quizá si sean autores de profundidad, escriben y escriben obras de tal tamaño que la siguiente es aún más larga e incomprensible y sin fundamento, pero con una longitud de millones de palabras, y muchas más personas, las más atrevidas, ponen muchas palabras con faltas ortográficas, con pésima o ninguna puntuación soltando todo ello en los medios digítales tan democráticos y libres dispuestos a cualquiera, al fin me pregunto ¿Existen más lectores o más escritores?