Miguel Ángel Sánchez

Querencias

Miguel Ángel Sánchez


Trasvase: estado y desatino

05/03/2021

El pasado día uno, automáticamente se «aprobó» un trasvase de 38 hectómetros cúbicos. La Comisión del trasvase se reunirá para justificar el asunto, y vestir una vez más el expediente. Sumados a los 98 que se han ido autorizando por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, suman 136. Y el próximo 1 de abril, en menos de un mes, otros 38. En total, para cuando se acaben las obras de La Bujeda, estarán dispuestos a trasvasar de golpe nada más y nada menos que 174 hectómetros cúbicos, el consumo de Talavera de la Reina o Toledo durante cerca de 30 años. Se dice pronto.
A Entrepeñas y Buendía les queda muy poco para alcanzar los 870 hectómetros cúbicos, un tercio de su capacidad. En cuanto pueda, el Ministerio empezará a trasvasar a todo lo que dé el canal, y los embalses de cabecera enfrentarán la primavera y verano en la raya de la temeraria situación hidrológica excepcional, con el acostumbrado estado lamentable a que los somete la gestión tan inaceptable como anacrónica del Ministerio. Y todo ello con unos 150 hectómetros del «sistema trasvase» guardados en los embalses del Segura, las desaladoras paradas para crear más presión para que se abra el trasvase, más las decenas o cientos de hectómetros guardados en balsas. E incumpliendo la Ley de Aguas en la cuenca del Segura en lo relativo a la prioridad de usos. Pero no pasa nada. Es el Tajo.
El responsable de esta situación sigue siendo el Gobierno de España, que se comporta de la misma manera que lo hizo el anterior, y el anterior, y el anterior… Da igual quien gobierne en Madrid, el Tajo es un desgobierno, un sindiós de gestión, una cantera, una vergüenza nacional. El Gobierno de Pedro Sánchez podría modificar el Real Decreto 773/2014, la plasmación legislativa del Memorándum, y limitar los trasvases, conociendo que el sistema falla, que los modelos de explotación han demostrado que son erróneos, porque los hicieron los mismos que quieren ver toda el agua de la cabecera del Tajo en el Segura, no una gestión adecuada del Tajo. Pero no lo hace. Ni lo va a hacer. Sólo una timorata modificación de las reglas para nada, modificación que duerme tranquilamente entre los pasillos del Ministerio.
Como digo, no existe ninguna voluntad de cambiar la situación. Al contrario. Pese al buen estado de las reservas del Segura; pese al agua del Tajo aún almacenada en el Segura después de 7 meses sin trasvase; pese al incumplimiento total y absoluto del Texto refundido de la Ley de Aguas en la cuenca del Segura respecto a la prevalencia de usos recogida en el artículo 60.3; pese a todo, el Tajo-Segura, como en los años sesenta del pasado siglo, sigue siendo para el Ministerio la única solución. Como si el país no hubiera cambiado. Y prepara con ansiedad la maquinaria para abrir el trasvase al máximo. La cabecera no le importa. El Tajo menos.