Miguel Ángel Sánchez

Querencias

Miguel Ángel Sánchez


La Ley del paisaje

20/09/2019

Leo que el consejero de Fomento quiere sacar adelante definitivamente la ley del paisaje. Bien. Creo que es importante y más en una región como Castilla-La Mancha. Una ley bien proyectada y dirigida, con recursos, debería ser uno de los motores fundamentales del desarrollo territorial, aportar soluciones, aflorar recursos, y colocar a esta región de una vez en los mapas de riqueza y diversidad cultural y paisajística. Recuerdo ahora cuando hace ya más de una década trabajamos desde la propia Consejería con la Harvard Graduate School of Design y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en los paisajes de la Mancha, el Tajo y el Guadiana, Albacete y su entorno... Más de diez años después aquellos primeros trabajos quizá tengan su plasmación en una ley que proteja y potencie el territorio y su elemento fundamental: el paisaje.
Entiendo el paisaje como la consumación de la belleza de un territorio. En mi memoria guardo catálogos de lugares y espacios, definido cada uno de ellos por su paisaje, por su espacio, su luz. Reconozco que es algo muy personal, y que jamás he intentado dominar o conocer a fondo un espacio. Siempre he dejado huecos, espacios libres en los mapas, y sobre todo en el propio territorio.  Para mí un paisaje esta elaborado por muchos ingredientes, no sólo la superficie del suelo, el relieve, los valles o montañas. Está el hombre y todos sus trabajos durante milenios; el trazo de la historia que se puede ir leyendo como un relieve delicado y profundo; y también las estaciones, las diferentes luces, soles, fríos en la noche, amanecidas y nieblas. Cada paisaje, como escribía, es un catálogo de sensaciones, personales y también propias del conjunto de la sociedad que lo habita, disfruta, viaja o estudia.
Siempre he rechazado el uso del territorio como materia prima. Me parece ante todo una falta de respeto al propio territorio, pero también a cada uno de los que observamos y somos capaces de extraer y plasmar sensaciones. No me gusta la simplificación, la generalización, la prisa que todo lo allana y mimetiza con una absoluta falta de personalidad. Ahora que se ha puesto de moda el mito falso de las España vaciada, que se quieren aportar soluciones, los paisajes y la historia que hay detrás de cada uno de ellos, se vuelven vitales. Escribo, y desde la ventana de mi casa en Talavera, observo tierras, lineas azules de cercanías y distancias de montañas, nubes sobre cuatro provincias. Conocer es apreciar y querer. Bienvenida una ley del paisaje que proteja y resalte, que dé personalidad de verdad a esta enorme y sorprendente en su variedad Castilla-La Mancha.