Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


A tiempo

10/11/2019

La realidad supera a la ficción. Una de las escenas más impactantes de ‘Mientras dure la guerra’, la última película de Amenábar, es aquella en la que Miguel de Unamuno abandona el paraninfo de la Universidad de Salamanca, mientras una muchedumbre enardecida, brazo en alto y cantando el ‘Cara el Sol’, le increpa. En el Ateneo de Madrid, sin recurrir a extras ni decorados escénicos, los falangistas han representado en directo tan inquietante recreación cinematográfica.
Lo ocurrido en esta entidad evidencia el blanqueo sociopolítico que durante estas últimas semanas se ha hecho de la ultraderecha. La práctica totalidad de las encuestas y sondeos apuntan a que Vox puede celebrar esta noche un considerable aumento de votos recibidos, llegado a duplicar su representación parlamentaria. Tras las elecciones de abril y de mayo, su destacada presencia en el Congreso, ayuntamientos y comunidades autónomas, les ha dado mayor visibilidad. Hemos conocido su verdadera faz y el peligro que para una convivencia democrática, integradora, igualitaria y no xenófoba suponen algunas de sus propuestas. Pero sorprendentemente, en vez de denunciar esos riesgos, en este periodo preelectoral ciertos medios de comunicación, incluyendo programas de entretenimiento muy populares, no han tenido reparos en ofrecerles extraordinarias plataformas con que normalizar sus bravuconadas fascistas, haciendo realidad aquel axioma de que ‘el mensaje es el masaje’ (McLuhan, dixit).
Tan deplorable como esto ha sido, también, la cancha que espacios de gran audiencia dieron a los nietos de Franco al pairo de la exhumación del dictador, facilitándoles aparecer ante la opinión pública como víctimas de un revanchista atropello político, parlamentario y judicial, impulsado por el presidente Sánchez para romper, cuarenta años después, el conciliador espíritu de la Transición. Cuando la libertad, la democracia, la igualdad y los valores constitucionales son cuestionados, o amenazados, se impone ser radical y dejar la equidistancia en el perchero. Creo que a la hora de aislar a la ultraderecha está habiendo tibieza. Si acaso usted aún no ha votado, hoy tiene la oportunidad de mostrar la firmeza que por comodidad, estrategia política o intereses de audiencia (y por ende comerciales) otros no han tenido. Cerradas las urnas, será tarde.