Esta es la historia de Toledo: contar lo que tuvimos y lamentar lo que no tenemos. Tuvimos un Museo de Arte Contemporáneo. Pocos se acordarán y otros no lo habrán sabido nunca. Pero sí, tuvimos un Museo en la llamada ‘Casa de las Cadenas’, de la calle de las Bulas Viejas. Se inauguró en el año 1974 con obras de arte figurativo contemporáneo. Toledo no podía mantenerse al margen del arte más reciente.  Transferida la competencia a la comunidad autónoma, debió de ser hacia los noventa cuando, por razones que nadie dio en su momento y continúan sin darse, el Museo se cerró y nunca más se abrió. Acababa con oscurantismo y entre la indiferencia   el proyecto  para que Toledo no permaneciera ignorando el arte más contemporáneo. Lo primero ocurrió con la dictadura agonizando. Lo segundo, con la Comunidad  avanzando. Quién nos lo iba a decir.  Si  entendemos las sociedades a través de la arquitectura, la pintura, la escultura o la literatura, en Toledo no existirán ni el siglo XIX ni el XX. Viviremos en una sociedad elocuente con el pasado, pero muda con los siglos  cercanos.
Hasta aquí la noticia del Museo que tuvimos. Sobre su desaparición circularon  rumores, tal vez infundados, que apuntaban a que el Museo de Toledo se cerró para no hacer sombra a otros museos de arte contemporáneo de la Región, por ejemplo Cuenca. Si el rumor fuera cierto quien tomó la decisión era un zote, muy zote o muy mal intencionado. Precisamente quienes diseñaron el museo de Toledo le dieron un contenido figurativo para no competir con el museo de arte abstracto de Cuenca. Otro rumor, también posiblemente falso, sostiene  que algunas de las obras que el museo de Toledo contenía se pudieron trasladar a Ciudad Real. Sin comentarios, si fuera cierto. Lo incuestionable es que lo que tuvimos deberíamos volverlo a tener. Y ahora estamos en mejores condiciones que nunca.
Lo  lamentable es que ningún representante político de Toledo, de ninguna ideología, en el gobierno o en la oposición, de ninguna época, se haya preocupado  porque Toledo volviera a recuperar aquel museo del  año  1974. Ya no sería en el formato inicial. Debería hacerlo en el contexto de un Museo de la Provincia que contenga completa la historia social e intelectual de Toledo. Los Museos se están configurando como instrumentos culturales de la  transformación  de las comunidades.