Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Qué hacer

26/05/2020

Hay momentos, desafortunadamente yo conozco unos cuantos, en los que no hay más remedio que parar, alejarse del ruido cotidiano y repensar  todo lo considerado para nuestro proyecto de vida. No voy a insistir en la importancia del momento que vivimos, más que importante  capital,  vital. Han dicho que nuestras vidas no serán iguales después de estos días tan extraños y a la vez tan peligrosos, a mis años no imaginé vivir algo así; tengo un amigo epidemiólogo médico en Madrid que siempre que hablo con el del maldito coronavirus, dice que me acuerde que en la historia han sido constantes las epidemias, las pestes y las mortandades, lo que es cierto pero también lo es que en las fechas que estamos,  por algún equivocado concepto que tenemos interiorizado y cierta absurda creencia de superioridad,  propia de un hombre normal como yo, con inteligencia y sabiduría normalitas como yo, ideas como la de una pandemia mundial y lo descuidados que nos ha cogido, estaban muy lejanas de ser mis preocupaciones diarias.
Si esto ha sido una terrible sorpresa, una macabra guasa, todavía lo ha sido más el comportamiento  a todas luces falsario del Gobierno de Pedro Sánchez, cuál será su grado de desconocimiento, incapacidad e ineptitud total que se dedican a promulgar leyes en el BOE y a desmentirlas a las dos horas. Lo nunca visto en España y mientras en una televisión ponen una entrevista  reciente con Pedro Sánchez en la que chulescamente asegura el político al entrevistador que nunca pactará con Bildu, en otra dan un comunicado de Moncloa al mismo tiempo más o menos, anunciando el pacto con los proetarras. Vuelvo a apelar a mi edad, a lo visto tras la muerte de Franco, desde Suárez a Felipe González pasando por Guerra o Abril  Martorell,  Areilza, LLuc, yo qué sé, hay un buen grupo para elegir, a los que  vi entrar y salir de los gobiernos y los telediarios y jamás creí que se pudiera juntar un grupo tan ineficaz en un Gobierno de España. Es tan mala su calidad de gobernantes que tienen a sus gobernados, a mí y a usted sin saber qué hacer; no sólo amontonan motivos y motivos suficientes para dimitir de sus puestos varias veces por cada una de las tropelías que cometen, es que tal cosa, ‘dimitir’  no está en su vocabulario y para dar una muestra sólo hay que recordar que Pedro Sánchez pactó con Bildu cuando los votos de los vascos no le hacían falta para una mayoría ante la sorpresa de todos. Puede que Sánchez buscara otra cosa que la mayoría en la votación, pero los planes de figurín cementado son inexcrutables  y nos dejan a los sencillos súbditos sin saber qué demonios hacer. Hasta Page Corteinglés ha puesto el grito en el cielo.
Siempre dediqué esta columna a Talavera aunque ahora no hubo más remedio que ampliar el campo por la epidemia. De todas formas habrá que volver la vista donde siempre  porque allá en Murcia, el titular de un artículo de fondo de uno de sus medios refiriéndose al trasvase  dice ‘A las trincheras’. Creo que no hará falta más.