Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Talavera-España: Nidos de problemas

30/03/2021

No es muy agradable escribir con el titular que acaban de leer, ocurre que no hay más remedio, lo que pasa tanto en la nación, como dicen los norteamericanos como aquí más cerca en Talavera, obliga a no apartar la vista de la actualidad. En Talavera, las cosas no pueden ir peor. El mundo mismo es un despelote, que diría un argentino, con el embrollo criminal del maldito virus. Pensando un poco, se llega a la conclusión de que la pandemia es como pasar una guerra espantosa o algo igual de nefasto; pero como de esto ya habla todo el mundo escribiré de algo más cercano como es el gran galimatías talaverano con Tita Élez a la cabeza del consistorio y todo. Aunque la alcaldesa sea del mismo partido que el presidente de Castilla La Mancha Page, no hay nada que hacer, la crisis galopante de la ciudad no mejora nada y cuando parece que asoma alguna posibilidad de mejora, tal posibilidad desaparece antes que la vergüenza de cualquier concejal de urbanismo ante una buena mordida. Ya saben: El tren en las nubes, el Prado en barbecho con la cerámica hecha trizas, la economía bajo tierra, la artesanía cerámica dando las últimas boqueadas, el comercio se traspasa, la Universidad se vende, el Tajo muerto e insepulto, por eso sus restos apestan a muerto, el Alberche en Madrid, etc, etc. Y una vez descrita ya la lista de todas las semanas con  las desgracias talaveranas no tengo más remedio que, saltándome las reglas de las buenas columnas que aconsejan tratar de un solo tema, escribir como maestro, hijo de maestra de educación especial y nieto de maestro de la república, que el vergonzoso espectáculo de la semana ofrecido por la ministra Celaá, me niego a llamarle señora, ha sido lo más nauseabundo que se ha dado en los últimos siete días ¿De dónde ha salido este ¿ente? Cargado de soberbia, ignorante de cualquier atisbo de saber comportarse y urbanidad? Esta masa de altanería que trató con tanto desprecio como mala baba al padre de una chica con síndrome de Down?
La ministra Celaá con la sensibilidad de un grillo y la educación de una zapatilla vieja nos avergonzó a todos con su recordada, por atroz, intervención. Una vez más tengo que repetir lo que últimamente se ha convertido en un mantra para mí: si esto que dijo Celaá lo dice en cualquier país demócrata, pero demócrata/demócrata, no le sirven disculpas ni narices, le hacen dimitir al día siguiente y total, para las disculpas que pidió, nada más allá de una autojustificación blanda y nada  arrepentida, mejor hubiera sido seguir callada que volver a dar otra lección de petulancia y de eso que llaman ‘mantenello y no enmendallo’. Yo en medio de tanta basura tengo por lo menos el consuelo de no haberla votado jamás ni a ella ni a ningún grupo, partido o alianza que esté cerca de esta mujer tan fatua como atroz.
También en Talavera se ven cosas que obligan a escribir de ellas. Aunque uno no quiera.