Miguel Ángel Sánchez

Querencias

Miguel Ángel Sánchez


Segunda B

21/02/2020

No, este artículo no va de fútbol, sino sobre Talavera, que hace tiempo que no escribo nada sobre ella. Y es que me da la impresión de que demasiada gente –política sobre todo incluida– se siente muy cómoda con la situación de Talavera, jugando –sirva el ejemplo– en una Segunda División B, que en determinadas ocasiones se asemeja más a una regional Preferente. La ciudad ha quedado perfectamente embutida en un sustrato de donde no puede –ni quiere– salir, pensamiento casi único, abulia generalizada y una resignación prima hermana del me quede como estoy. Talavera duele. Pero duele más el entreguismo y la acomodaticia parsimonia; perfectamente escondidos en mitad de la tabla, con más frío que calor –para la gente, claro–,  con los motores parados, y bien prietas las filas y dispuestas al ordeno y mando del partido y del poder toledano. Nada que no hayamos conocido y sufrido en esta Talavera de la Reina, porque los mismos agentes, errores y sometimientos que durante décadas nos trajeron a la situación actual, son perfectamente visibles y sufribles hoy.
Un ejemplo es la desidia con la que se tratan los restos arqueológicos aparecidos en la calle Adalid Meneses. Nos costó mucho que una losa de hormigón no tapara todo para casi siempre. Costó que se excavara, pero el trabajo y los resultados arqueológicos ahí están: restos de lo que puede ser la Talavera romana, el foro de Caesarobriga, en un entorno excepcional que podría deparar muchas sorpresas en el futuro, y que contribuiría de una vez por todas a colocarnos en el mapa de las ciudades españolas que recuperan, protegen y promocionan su riqueza histórica y monumental. Fui a ver cómo estaban hace unas semanas con unas personas que visitaban Talavera. Y no puede dar más vergüenza su estado, el abandono y la desprotección en la que se encuentran.
Con el edificio de Justicia ya llevamos perdida una década. Guadalajara y Albacete ya tienen los suyos con una inversión multimillonaria por parte del Ministerio, y el nuestro sigue esperando, y retornamos a la casilla de salida, volvemos a mirar al solar propuesto hace una década en la entrada este de la ciudad. Cambiar el nuevo y moderno edificio previsto por una miniampliación; aceptar cambiar la ubicación e insistir en ella, fueron errores y una pérdida de tiempo de la que ya advertíamos en su día desde Ganemos Talavera, al igual del calibre e importancia de los restos arqueológicos que iban a aparecer.
No sé el día en que esta ciudad –Talavera de la Reina – dejó de pensar en grande, se achicó y empezó a tragar. Esas cosas no pasan de un día para otro. No se puede achacar a la suerte, o a que nos quieren mal. Es cierto que si ni existimos para la Junta, no esperemos que el Gobierno central haga algo por nosotros. Pero somos nosotros los que más debemos hacer. A no ser que nos hayamos acostumbrado y nos parezca tan bien que nos mantengan/mantengamos en esa Segunda B, o regional Preferente, en la mitad de la tabla, sin hacer ruido, pastueños y aquiescentes con el poder, cada uno a ver qué hay de lo suyo. No sé si no habrá cuatro euros para seguir excavando el foro de Caesarobriga. No sé si no habrá capacidad para conveniar con alguna administración de rango y presupuesto superior; o alguna universidad. Pero mientras nos tratemos de esta manera, aquí nada va a cambiar.