Miguel Ángel Dionisio

El torreón de San Martín

Miguel Ángel Dionisio


Guisasola, el cardenal demócrata

02/09/2020

El 2 de septiembre de 1920 fallecía en Madrid, en el Palacio de la Cruzada, el cardenal Victoriano Guisasola Menéndez, arzobispo de Toledo, gran promotor del sindicalismo católico a principios del pasado siglo, denominado en su tiempo ‘el demócrata cardenal’, una de las figuras más importantes de la época y que, sin embargo, hoy es un gran desconocido.
Nacido en Oviedo en 1852, inició su carrera eclesiástica junto a su tío Victoriano Guisasola Rodríguez, primer obispo de Ciudad Real, acompañándole en las sucesivas sedes que éste rigió. Nombrado obispo de Osma, pasó posteriormente por las diócesis de Jaén, Madrid-Alcalá y Valencia, siendo nombrado en 1914 arzobispo de Toledo y primado de España. Desde este puesto asumió la tarea de dirección de la incipiente Acción Católica, convirtiéndose en el gran impulsor del Movimiento Católico en nuestro país, misión que abordó desde una posición muy avanzada en el campo de lo social, lo que le llevó a conflictos con las posturas más inmovilistas del marqués de Comillas y de la Compañía de Jesús. Alentó el desarrollo del sindicalismo católico y, si bien éste no logró tener gran peso en el ámbito obrero, por el contrario, en el mundo agrario dio como resultado un florecimiento extraordinario de sindicatos, cajas rurales, obras sociales, que mejoraron la lamentable situación del campo español. Esta labor, que se desarrolló a nivel nacional, la promovió intensamente en la entonces amplísima archidiócesis toledana, que se vio sembrada de una tupida red de asociaciones sindicales campesinas, en las provincias de Toledo, Guadalajara, Cáceres, Badajoz, Albacete, Jaén y Granada, con sindicatos tan importantes como el de Navahermosa.
Toda la preocupación social del cardenal Guisasola quedó plasmada en su pastoral ‘La Justicia y la Caridad en la organización cristiana del trabajo, de febrero de 1916’. Esta carta ha sido definida como «el documento episcopal de su tipo más progresista de la historia del catolicismo social español hasta entonces». En ella el primado se postulaba a favor de la corriente más avanzada dentro del sindicalismo católico, defendiendo la libertad del obrero para organizarse con independencia absoluta de los patrones y el derecho a la huelga. Intervino, con escritos y gestiones, en apoyo de la búsqueda de la paz en Europa, durante la Gran Guerra. Asimismo, el cardenal fomentó el desarrollo del feminismo católico, con la fundación de la Acción Católica femenina en 1919. En este mismo año se convirtió en uno de los principales apoyos del Grupo de la Democracia Cristiana, lo que le enfrentó a los sectores más conservadores del catolicismo español, agrupados en torno al periódico integrista El Siglo Futuro, cuyo director, Manuel Senante, les denunció a Roma. Esta denuncia repercutió gravemente en la salud del cardenal, que falleció al año siguiente.
Guisasola forma parte de la lista de grandes prelados toledanos contemporáneos, como Sancha, Gomá, Tarancón o don Marcelo. Evocar su figura, a los 100 años de su muerte, resulta obligado.