En las entidades jurídicas, sean sociedades limitadas o anónimas, los accionistas limitan su responsabilidad patrimonial al valor de sus acciones, siendo los administradores sobre los que puede caer la responsabilidad patrimonial por sus actos. Hasta los mismos accionistas pueden ejercer acciones contra los administradores por sus actos si entienden que de ellos se han derivado perjuicios para la sociedad.
Las actuaciones pueden ser lentas y los resultados verse al cabo de muchos años, pero existe legislación al respecto y medios para llevar a cabo las reclamaciones pertinentes. En el sector privado, el que la hace la paga, si se tiene constancia en llegar hasta el final. En el sector público también tenemos ejemplos de cómo se ha derivado responsabilidad en casos de corrupción, prevaricación o malversación de caudales públicos. En España no podemos estar orgullosos de cómo funciona nuestra administración por el alto grado de corrupción que se da en comparación con otros países de nuestro entorno, pero sí podemos decir que la Justicia ha actuado y que son muchos, aunque no todos los que debieran, los que han terminado en la cárcel por corruptos.
Cuestión aparte es cuando no media corrupción, sino simplemente incompetencia o desconocimiento, entonces parece qué, como el dinero público no es de nadie (Carmen Calvo díxit) no se debe exigir responsabilidad patrimonial alguna y así, errores de bulto que generan perdidas significativas al erario público, quedan en simples amonestaciones y, como mucho, que no vuelva el culpable a repetir en alguna lista electoral, pero de pagar, poco o nada, con lo que al final somos los ciudadanos los que pagamos el pato de la incompetencia, desconocimiento, cuando no mala fe de algunos responsables políticos.
En el caso de la última sentencia del Supremo qué condena al Ayuntamiento de Talavera al pago de 12 millones de euros por un problema de contratación laboral no sé en que punto de la cadena de decisión se encuentra el fallo qué motivo el error, pero mucho me temo que los vecinos de Talavera tienen un marrón al que hacer frente. Pero ya se sabe, a escote no hay nada caro.