La alcaldesa de Toledo ha decidido darse un homenaje previo a la Navidad, hacerse un regalo, como solo ella sabe, filtrando una encuesta que la sitúa al borde de la mayoría absoluta. Luego, con sus presupuestos, ha entrado en éxtasis, casi tanto como la concejala Medina, liberada en el Ayuntamiento y que, gracias al tránsfuga de Vox, ha conseguido el visto bueno para trabajar también, sin renunciar a un euro municipal, en la mítica discoteca Sithons, con lo cual irá tan contenta a revisar esos jardines que no existen. Volviendo a Tolón, hay que reconocerle que se las apaña como nadie para subirse la autoestima, con un sondeo acorde a sus intereses y con anuncios, como el de la carretera de acceso al Hospital que, obviamente, al Consistorio no le corresponde ejecutar, ganándole así la partida a la Junta.
Ella es la Yolanda Díaz de Toledo. De hecho, acudió antes que la vicepresidenta a ver al Papa y es admirada por una cohorte de tolonistas, ya tolonienses, que la adoran. Ahora bien, si abordamos su gestión, la cosa cambia, aunque sus fans no lo vean. Superado el ecuador de su segundo mandato, me cuesta destacar alguno de sus logros, aunque ella se ha apropiado incluso de la rehabilitación del Transparente de la Catedral. Cierto es que su gobierno se ha mojado en pro del Hospitalito del Rey como residencia de ancianos, pero ninguno ha gritado aquello de "¡Page no cumple!" en un concentración. Algo similar le ocurre con el Tajo, eterno argumento electoral, aquí sí imita al presidente, aunque sin una práctica que le incite, al menos, a no contaminar el río. Además, se ha empeñado en levantar el cuartel de la guardia civil en la Peraleda, mientras no deja claro qué pretende hacer en Vega Baja, donde ella y las otras dos administraciones socialistas han logrado un consenso sin concretar para qué. Y si hablamos de la limpieza, en el limbo, o en esa "sostenibilidad" a la que aspira y no practica, pues ya es la monda.
Pero si Tolón tiene su público en Toledo, en Madrid, a nuestra fiel sanchista, el destino no le ha sonreído. No ha sido nombrada ministra, como otras de sus colegas, y ha salido de la Ejecutiva Federal. Es obvio que, si las urnas no lo remedian, la capital será la plaza donde se atrinchere la alcaldesa hasta que encuentre la oportunidad de conquistar otros territorios que Page no está por la labor de ceder.
Lo cierto es que se avecina un año preelectoral y las espadas están en todo lo alto. Sin candidatos decididos a la ciudad, salvo la propia Tolón, es de suponer, hacer encuestas es un salto al vacío que muestra una escasa fiabilidad científica. Como las migas. O las luces. Vamos, que se aconseja que no haya multitudes mientras se organizan eventos que invitan a lo contrario.
Pero estamos en Navidad y es tiempo de paz. Disfrutad de esta Nochebuena solos, en compañía o con quien os dé la gana. Mantened la prudencia y la paciencia y tened en cuenta que celebrar es vivir. Y un auténtico lujo si podéis hacerlos con esas personas que han sobrevivido a esta dura pandemia. Feliz Navidad, gente de Toledo y de otros lares que me hace el honor de leerme cada semana. Sois unos benditos.